Redactora: Jessica Q. R.
La ciencia ficción a menudo actúa como un portal hacia experiencias extraordinarias, sumergiéndonos en mundos intrincados y futuristas que a menudo parecen sueños fantásticos. La destreza imaginativa de los escritores de ciencia ficción en ocasiones tiene el poder de dar forma al futuro. Por ejemplo, la contemplación de Mary Shelley sobre la reanimación de cuerpos surgió mucho antes de que se inventara el desfibrilador, mientras que la previsión de Julio Verne abarcó los viajes espaciales antes de su realización.
Durante el siglo pasado, la humanidad ha sido testigo de increíbles avances tecnológicos, que han convertido muchas ideas alguna vez fantasiosas de ciencia ficción en realidades tangibles. Si bien algunas predicciones, como los autos sin conductor, aún se encuentran en sus etapas incipientes, los científicos e ingenieros han logrado muchos otros hitos, como enviar humanos a la luna, que se describió inicialmente en obras de ficción.
Aquí exploramos 10 predicciones extraordinarias que sorprendentemente se han hecho realidad, demostrando la increíble sinergia entre la imaginación y el ingenio humano.
- Teléfonos móviles Me gusta Fuente de la imagen: YouTube/CBS.
La serie de televisión «Viaje a las estrellas» introdujo el concepto de una herramienta de comunicación portátil conocida como «comunicador». Este innovador dispositivo hizo posible que los personajes del icónico programa de televisión pudieran comunicarse a larga distancia, como lo ejemplifica la capacidad del Capitán Kirk para contactar al Enterprise en órbita mientras se encontraba en la superficie de un planeta distante.
Esta representación sirvió de inspiración para que Martin Cooper, entonces jefe de la división de sistemas de comunicaciones de Motorola, inventara el teléfono móvil. Inicialmente, el dispositivo tenía un diseño voluminoso, ofrecía apenas 30 minutos de tiempo de conversación y requería una recarga de 10 horas. Sin embargo, ha experimentado un refinamiento significativo a lo largo de los años, evolucionando hasta convertirse en dispositivos elegantes y compactos que ahora se han vuelto indispensables en nuestra vida diaria.
- Bomba atómica.
La novela de H.G. Wells de 1914, El mundo se liberta (una historia de la humanidad), se refiere a una granada de mano a base de uranio con una capacidad explosiva infinita. Sorprendentemente, tres décadas después, Estados Unidos desplegó dos bombas nucleares en Japón, devastando Hiroshima y Nagasaki.
La descripción de Wells de una bomba atómica incluía incluso la idea de que fuera lanzada desde un avión. El autor era muy consciente de la devastación que podía causar un arma nuclear. En El mundo se liberta (una historia de la humanidad), las bombas atómicas desempeñan un papel importante en una guerra catastrófica que lleva a los supervivientes a establecer un gobierno global, con el objetivo de salvaguardar la unidad y evitar la ruina futura.
Si bien la comprensión de Wells sobre las explosiones nucleares puede no alinearse exactamente con la realidad, al imaginarlas como bombas que explotan perpetuamente, sí predice correctamente la devastación duradera infligida a las ciudades por las armas nucleares. Hasta qué punto los primeros científicos nucleares se inspiraron en Wells sigue siendo un tema de debate.
- Tarjetas de crédito.
En 1888, el autor Edward Bellamy publicó una novela utópica titulada Mirando hacia atrás, en la que introdujo el término «tarjeta de crédito» para describir un papel de plástico utilizado para realizar compras. La funcionalidad de este concepto se parecía a la de una tarjeta de débito contemporánea, ya que los ciudadanos la utilizaban para gastar los dividendos emitidos por el gobierno.
En el libro, a las personas se les asignaba una cantidad igual de crédito, permitiéndoles utilizarlo para cualquier propósito que desearan: «Se le emite una tarjeta de crédito con la que compra en los almacenes públicos, que se encuentran en cada comunidad, lo que desee cuando lo desee. Este acuerdo, como verá, elimina totalmente la necesidad de transacciones comerciales de cualquier tipo entre individuos y consumidores. «
Las tarjetas de crédito modernas sirven como instrumentos de préstamo y permiten a las personas acceder a una suma de dinero predeterminada. Es innegable, sin embargo, que esta descripción captura con precisión la esencia de las transacciones con tarjeta tal como existen hoy en día.
- Relojes inteligentes y tabletas.
Ver a personas usando relojes inteligentes o sumergidas en tabletas se ha convertido en algo común en 2023. La primera tableta se produjo en 2001, mientras que el primer reloj inteligente se introdujo en 1998. Sorprendentemente, la comedia animada estadounidense Los Supersónicos predijo con precisión la llegada de ambas tecnologías varias décadas antes de su adopción generalizada.
Súper Sónico, el personaje central, leía con frecuencia las noticias en un dispositivo digital que tenía un sorprendente parecido con el iPad. Además, la tecnología portátil jugó un papel crucial para mantener a Súper y a su familia interconectados, e incluso su hijo Cometín adoptó el uso de un reloj inteligente.
- Submarinos.
Los submarinos han existido al menos desde el siglo XVII, aunque en formas primitivas. Los primeros submarinos dependían de la propulsión manual a través de manos humanas o motores de pistón accionados por calor. Julio Verne, autor de la famosa novela de aventuras Veinte mil leguas de viaje submarino, jugó un papel crucial en la configuración de nuestra percepción moderna de los submarinos.
El protagonista de la novela, el Capitán Nemo, capitaneaba el Nautilus, un extraordinario barco parecido a los submarinos actuales y propulsado por electricidad. El submarino francés «Gymnote», construido en 1888, era una representación más cercana del visionario Nautilus de Verne que sus predecesores. En particular, el Gymnote utilizó energía eléctrica, alineándose con el concepto introducido en la novela de Verne.
- Robots ayudantes.
En 1920, el autor checo Karel Čapek escribió la obra R.U.R. (Robots universales de Rossum), introduciendo el término «robots», aunque se alineaba más estrechamente con el concepto de androides. Estos seres sintéticos fueron retratados como trabajadores sin emociones, altamente eficientes y carentes de conciencia de sí mismos. Philip K.
Dick publicó un cuento titulado Nanny en 1955, que representaba a un robot que cuidaba a una familia hasta tal punto que se resistían a adquirir un reemplazo. Asistentes robóticos similares son un tema recurrente en la literatura, las películas y los programas de televisión de ciencia ficción. Todavía tenemos que ver robots domésticos que se acerquen a las capacidades retratadas por sus homólogos ficticios.
Los modelos predominantes suelen ser máquinas especializadas con inteligencia artificial limitada o nula. Sin embargo, la robótica está progresando rápidamente, acercándose a niveles de sofisticación de ciencia ficción.
- Videollamadas.
Hoy en día, las videollamadas se realizan principalmente a través de plataformas como Skype, WhatsApp, Google Meet y FaceTime. Sin embargo, curiosamente este método se ha representado en películas durante muchas décadas. En una de las primeras referencias, la película Metropolis de 1927 presentaba un videoteléfono analógico montado en una pared. La película mostraba a un personaje usando cuatro diales para localizar la frecuencia correcta antes de iniciar una llamada. Con el tiempo, la representación de las videollamadas en las películas se volvió cada vez más sofisticada.
En la película de 1968 2001: Una odisea en el espacio, por ejemplo, las videollamadas se realizaban ingresando un número en un teclado conectado a una unidad telefónica grande. Avance rápido hasta 1989, y la película Regreso al futuro II introdujo un sistema de videollamadas que mostraba la información personal de la persona que llamaba, como sus bebidas y pasatiempos favoritos.
- Puertas automáticas.
Cuando el durmiente despierta, una novela de 1910 de H.G. Wells, presenta una escena notable en la que dos personas atraviesan sin esfuerzo lo que inicialmente parece ser un muro impenetrable. A medida que se acercaban, la pared rápidamente «se enrolló con un chasquido», otorgándoles acceso antes de cerrarse sin problemas una vez más. La descripción que hace Wells de las puertas automatizadas en su libro es una de las descripciones más antiguas y precisas que se asemeja a la tecnología con la que estamos familiarizados hoy. Varios años más tarde, en 1954, Dee Horton y Lew Hewitt inventaron las puertas automáticas que se abrían a ambos lados de la entrada.
- Auriculares.
La novela Fahrenheit 451 de Ray Bradbury de 1953 presentaba dispositivos futuristas llamados «conchas marinas» y «radios dedal», que tienen un parecido sorprendente con los auriculares inalámbricos actuales equipados con tecnología Bluetooth. Hoy en día, los auriculares inalámbricos se han vuelto increíblemente populares y millones de personas los utilizan para disfrutar de la música y gestionar conversaciones telefónicas. En su libro, Bradbury describió vívidamente las conchas marinas como dispositivos capaces de producir «un océano electrónico de sonido, de música y conversación y música y conversación, que llega a la orilla de (tu) mente dormida».
- Automóviles autónomos.
En 1964, Isaac Asimov escribió un artículo para el New York Times en el que especulaba sobre el estado del mundo 50 años después, imaginando escenarios que se han materializado con efectos sorprendentemente precisos. En particular, previó la creación de un automóvil con un «cerebro-robot» avanzado.
«Se pondrán muchos esfuerzos en el diseño de vehículos con ‘cerebros de robot’, vehículos que puedan configurarse para destinos particulares y que luego avancen hasta allí sin la interferencia de los lentos reflejos de un conductor humano», escribió Asimov. La literatura y los medios de ciencia ficción han representado a menudo coches de este tipo.
Entre los ejemplos notables se encuentra KITT de la serie de televisión de 1982 El auto increíble. De manera similar, las aventuras de James Bond a menudo involucraban automóviles que poseían algún tipo de característica autónoma. En la película de 1969 Cupido motorizado, los espectadores conocieron a Herbie, el querido Volkswagen Beetle con mente propia y capaz de conducir de forma autónoma. En 2009, Google inició el Proyecto de Vehículos Autónomos, ahora conocido como Waymo, una empresa que brinda servicios de taxi autónomo al público en general.
Desde entonces, muchas otras empresas se han sumado a la carrera para desarrollar sus propios vehículos autónomos, con el objetivo de desplegarlos en la vía pública para 2030. Fuente de la imagen de portada: YouTube/CBS
Fuente: https://www.todo-mail.com/content.aspx?emailid=27017