DE HACE 3.000 AÑOS
El astrofísico Or Graur revela las claves de la diosa cósmica que representa el universo y el origen real de la vida, según simulaciones de los cielos en la época del Antiguo Egipto
Foto: Fragmento de un pergamino con la diosa cósmica egipcia, Nut. (Hans Bernhard/CC/Wikimedia)
Fragmento de un pergamino con la diosa cósmica egipcia, Nut. (Hans Bernhard/CC/Wikimedia)
Por: Or Graur
¿Qué pensaban nuestros antepasados cuando miraban el cielo nocturno? Todas las culturas atribuyeron un significado especial al Sol y a la Luna, pero ¿qué pasa con la banda nacarada de luz y sombra que llamamos Vía Láctea? Mi estudio reciente mostró un vínculo intrigante entre una diosa egipcia y la Vía Láctea.
Lentamente, los académicos están revelando una imagen de la astronomía egipcia. El dios Sah ha sido vinculado a las estrellas de la constelación de Orión, mientras que la diosa Sopdet ha sido vinculada a la estrella Sirio. Donde vemos un arado (o la Osa Mayor), los egipcios vieron la pata delantera de un toro. Pero el nombre egipcio de la Vía Láctea y su relación con la cultura egipcia han sido un misterio durante mucho tiempo.
Foto: Mitad sur del techo astronómico de la tumba de Senenmut (ca. 1479-1458 a. C.), que muestra planetas, constelaciones y listas de estrellas. (Museo Metropolitano de Arte, Nueva York; Fondo Rogers, 1948.)
Varios estudiosos han sugerido que la Vía Láctea estaba vinculada a Nut, la diosa egipcia del cielo que se tragaba el Sol cuando se ponía y lo engendraba una vez más cuando salía al día siguiente. Pero sus intentos de mapear diferentes partes del cuerpo de Nut sobre secciones de la Vía Láctea fueron inconsistentes y no coincidían con los textos del antiguo Egipto.
En un artículo publicado en la Revista de Historia y Patrimonio Astronómico, comparé descripciones de la diosa en Textos de las Pirámides, Textos de los Ataúdes y el Libro de Nut con simulaciones de la apariencia de la Vía Láctea en el cielo nocturno durante el antiguo Egipto.
Tallados en las paredes de las pirámides hace más de 4.000 años, los Textos de las Pirámides son una colección de hechizos para ayudar a los reyes en el viaje al más allá. Pintados en ataúdes unos cientos de años después de la era de las pirámides, los Textos de los Ataúdes eran una colección similar de hechizos. El Libro de Nut describe el papel de Nut en el ciclo solar. Se ha encontrado en varios monumentos y papiros, y su versión más antigua data de hace unos 3.000 años.
El Libro de Nut describe la cabeza y la ingle de Nut como los horizontes occidental y oriental, respectivamente. También describe cómo se traga no solo el Sol sino también una serie de estrellas llamadas ‘decanales’, que se piensa pueden haberse utilizado para determinar la hora durante la noche.
A partir de esta descripción, concluí que la cabeza y la ingle de Nut tenían que estar fijadas a los horizontes para que pudiera dar a luz y luego tragarse las estrellas ‘decanales’ a medida que salían y se ponían durante la noche. Esto significaba que nunca podría ser cartografiada directamente sobre la Vía Láctea, cuyas diferentes secciones también se levantan y se ponen.
Sin embargo, encontré un posible vínculo con la Vía Láctea en la orientación de los brazos de Nut. El Libro de Nut describe el brazo derecho de Nut en el noroeste y su brazo izquierdo en el sureste en un ángulo de 45 grados con respecto a su cuerpo. Mis simulaciones del cielo nocturno egipcio usando los programas Cartes du Ciel y Stellarium revelaron que esta orientación era precisamente la de la Vía Láctea durante el invierno en el antiguo Egipto.
La Vía Láctea no es una manifestación física de Nut. En cambio, es posible que se haya utilizado como una forma figurativa para resaltar la presencia de Nut como cielo.
Durante el invierno, mostraba los brazos de Nut. En verano (cuando su orientación cambia 90 grados), la Vía Láctea dibuja su columna vertebral. Nut aparece a menudo representada en los murales de tumbas y en los papiros funerarios como una mujer desnuda y arqueada, una representación que se asemeja al arco de la Vía Láctea. Sin embargo, Nut es también retratada en textos antiguos como una vaca, un hipopótamo y un buitre que, según se cree, resaltan sus atributos maternales. En la misma línea, se podría considerar que la Vía Láctea resalta los atributos celestiales de Nut.
Foto: Nut retratada como una vaca. E. A. Wallis Budge, Los dioses de los egipcios (Londres: Methuen & Co., 1904); escaneado por el autor.
Los textos del antiguo Egipto también describen a Nut como una escalera o extendiendo sus brazos para ayudar a guiar al difunto hacia el cielo en su camino hacia el más allá. Muchas culturas alrededor del mundo, como los Lakota y Pawnee en Norteamérica y los Quiché Maya en Centroamérica, ven la Vía Láctea como un camino de los espíritus.
El Libro de Nut también describe la migración anual de aves a Egipto y la vincula tanto con el inframundo como con Nut. Esta sección del Libro de Nut describe los pájaros ‘Ba’ que vuelan a Egipto desde los lados noreste y noroeste de Nut antes de convertirse en pájaros normales para alimentarse en las marismas de Egipto. Los egipcios consideraban los ‘Ba’, retratados como pájaros con cabeza humana, era el aspecto de una persona que lo imbuye de individualidad (similar, pero no idéntico, al concepto occidental moderno de “alma”).
Foto: Nut proporciona comida y bebida al difunto y a su Ba. (E. A. Wallis Budge, Los dioses de los egipcios – Londres: Methuen & Co., 1904); escaneado por el autor.
Los ‘Ba’ de los muertos eran libres de salir y regresar al inframundo como quisieran. A menudo se muestra a Nut de pie en un sicomoro, proporcionando comida y agua a los difuntos y sus ‘Ba’.
Una vez más, varias culturas de los países bálticos y del norte de Europa (incluidos los finlandeses, los lituanos y los sami) ven la Vía Láctea como el camino por el que las aves migran antes del invierno. Si bien estos vínculos no prueban una conexión entre Nut y la Vía Láctea, sí muestran que tal conexión colocaría a Nut cómodamente dentro de la mitología global de la Vía Láctea. –
Sobre el autor:
Or Graur es profesor asociado de astrofísica en el Instituto de Cosmología y Gravitación de la universidad de Portsmouth, profesor asociado honorario en el University College de Londres (UCL) e investigador asociado en el Museo Americano de Historia Natural. Sus estudios se centran en diferentes tipos de transitorios: fenómenos astrofísicos que cambian en las escalas de tiempo humanas y trabaja principalmente en supernovas y eventos de disurpción de marea (destellos brillantes causados por estrellas que son destrozadas por agujeros negros supermasivos. Es autor de los libros Supernova y Galaxies. Este artículo se publicó originalmente en The Conversation bajo licencia Creative Commons.