Una fuga peor de lo que se imaginaba.

NASA confirma que hay un problema de alto riesgo en la Estación Espacial Internacional

El estado de las fugas en la estación espacial internacional es peor de lo que creíamos. La NASA acaba de reconocer que las grietas en el módulo ruso han alcanzado ya el mayor nivel de riesgo

Foto: La Estación Espacial Internacional. (ESA)

La Estación Espacial Internacional. (ESA)

Por Omar Kardoudi

El inspector general de la NASA, el general George A. Scott, acaba de publicar un nuevo informe sobre el estado de la Estación Espacial Internacional (EEI) con detalles no conocidos anteriormente sobre la gravedad de sus fugas. El texto revela que el pasado junio ya se había detectado que el módulo ruso Zvezda alcanzaba «el nivel más alto de riesgo” posible, algo que la NASA había omitido hasta ahora. El problema de la fuga no es nuevo. Hace cinco años, en septiembre de 2019, funcionarios rusos y estadounidenses daban la voz de alarma sobre unas fugas provocadas por grietas microscópicas estructurales en el módulo PrK, que se encuentra en una esclusa de aire del módulo Zvezda.

Sin embargo, en febrero de este año, la NASA detectó un aumento de cerca del doble en la tasa de fugas. Y en abril, la fuga había llegado a casi 1,7 kilogramos diarios, la tasa más alta registrada hasta la fecha.

La NASA hasta ahora había minimizado el problema

El nuevo informe revela que hasta ahora la NASA no ha querido confirmar públicamente su preocupación sobre la calificación de riesgo más alto posible, aunque que eran perfectamente conscientes del aumento de las fugas. «En mayo y junio de 2024, funcionarios del Programa de la ESS y ROSCOSMOS se reunieron para discutir la preocupación con el aumento de la tasa de fugas», señala el informe del inspector general. «El Programa ISS posteriormente elevó el riesgo de fuga del Túnel de Transferencia del Módulo de Servicio al nivel más alto de riesgo en su sistema de gestión de riesgos».

Sin embargo, ni la NASA ni la agencia espacial rusa, ROSCOSMOS, han sido capaces de identificar la causa de la fuga. «Aunque la causa raíz de la fuga sigue siendo desconocida, ambas agencias han centrado su atención en las soldaduras internas y externas», escribe el general Scott. La única solución que se ha encontrado hasta ahora para impedir que el problema se agrave es mantener cerrada la escotilla del módulo Zvezda que conduce al túnel PrK. Si esto no funciona y la fuga sigue creciendo se optaría por cerrar permanentemente esta escotilla, lo que reduciría de cuatro a tres el número de puertos de acoplamiento rusos en la estación espacial. Aunque también podría acelerar la jubilación de la EEI prevista para 2030.

Mantener a la EEI más allá de 2030

A pesar del deterioro de las relaciones entre EE. UU. y Rusia desde la invasión de Ucrania, NASA y ROSCOSMOS han conseguido mantener su colaboración en la vetusta estación espacial. El acuerdo es forzoso, el segmento estadounidense necesita de la propulsión del segmento ruso para mantener la altitud de la estación y maniobrar para evitar el letal impacto de la basura espacial. Ambos países tienen un acuerdo para seguir manteniendo la estación en el espacio hasta 2028, aunque la NASA ya ha expresado su deseo de ampliar sus operaciones hasta 2030 e incluso más allá. Pero para esto hace falta el ‘sí’ de Rusia y el inicio de reparaciones para garantizar la viabilidad de la estructura. «Ampliar la ISS más allá de 2030 requerirá una financiación significativa para operar y mantener la estación, la aceptación de un mayor riesgo derivado de sus componentes y estructuras envejecidas y garantías de apoyo continuo por parte de los socios internacionales de la NASA», afirma el general Scott. «Para complicar aún más las cosas, es probable que la NASA siga enfrentándose a un presupuesto plano o reducido, a la inflación y a retos en la cadena de suministro».

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