El gigante tecnológico ha paralizado temporalmente sus negociaciones sobre algunos acuerdos de coubicación de centros de datos en el mercado extranjero.
Jeff Bezos con una señal de stop
Computer Hoy (Getty – Pexels)
Amazon se lo ha pensado mejor y ha decidido que es mejor esperar y valorar la tambaleante situación actual que pisar el acelerador con un megaproyecto como el que tenía entre manos: construir dos grandes centros de datos de computación en la nube, para ejecutar sus servicios de la plataforma Amazon Web Services (AWS).
La situación socioeconómica actual no es precisamente la mejor, ya que se espera que en los próximos días el presidente estadounidense, Donald Trump, cumpla su amenaza y eleve los aranceles de importación a nivel global. Las tecnológicas son conscientes de cuáles pueden ser las desastrosas consecuencias de ello y muchas de ellas se están replanteando sus estrategias de negocio.
Amazon es una de las que ha respondido más contundentemente a la ofensiva arancelaria de Estados Unidos contra China y no se ha cortado un pelo en confirmar que serán los consumidores quienes paguen (literalmente) las consecuencias.
Tanto es así que el propio director ejecutivo de la marca, Andy Jassy, indicó en una entrevista con CNBC que la subida de precios era «inevitable» por parte de los vendedores.
La firma tecnológica también se mueve con cautela en el terreno de la inteligencia artificial generativa (GenAI), donde ha incrementado sus inversiones de capital en los últimos trimestres para satisfacer las demandas de los consumidores ante el auge de esta tecnología, que requiere centros de datos para su funcionamiento.
Actualmente, AWS administra dos tipos de centros de datos, conocidos como a gran escala (hyperscale) y coubicación. Los primeros son grandes centros de datos, que proporcionan capacidades de escalabilidad extremas y están diseñados para cargas de trabajo muy exigentes y a gran escala.
Los segundos son aquellos data center cuya configuración permite a otras empresas disfrutar de las ventajas de los primeros, pero sin grandes inversiones. Esto quiere decir que, con la coubicación, proveedores de servicios en la nube, como Amazon, Google o Microsoft, pueden alquilar sus instalaciones, servidores y ancho de banda a otras empresas y operadores.
Estos últimos son hoy noticia porque Amazon ha optado por pausar su construcción, ya que la compañía de servicios financieros Wells Fargo, que es uno de los bancos más importantes de Estados Unidos, ha confirmado ahora que Amazon ha paralizado algunos acuerdos de alquiler de data centers para AWS.
Analistas de Wells Fargo han señalado en su perfil de X y han confirmado a Reuters que los centros de datos que ha decidido pausar se encuentran en el extranjero y principalmente en Europa, lo que sugiere una desaceleración a corto plazo en el arrendamiento de instalaciones a gran escala.
Aunque no han dado más detalles sobre esta ralentización, desde la financiera han indicado que la magnitud de la pausa de Amazon es similar a la de Microsoft y que, en lugar de cancelar cualquier acuerdo firmado, la firma de Jeff Bezos está «digiriendo acuerdos agresivos de alquiler recientes».
AWS dice que «forma parte de la gestión rutinaria»
Por su parte, el vicepresidente de Centros de Datos Globales de AWS, Kevin Miller, ha aclarado en LinkedIn que «sigue habiendo mucho interés y especulación sobre los planes de expansión de centros de datos» de la empresa y otros proveedores de la nube y que la demanda de la IA generativa no ha perdido fuelle.
En base a su experiencia a lo largo de los últimos 20 años, la compañía opta por «considerar múltiples opciones en paralelo«, ya que algunas de ellas «podrían resultar demasiado caras, mientras que otras podrían no cumplir con los requisitos de capacidad». «En otras ocasiones, descubrimos que necesitamos más capacidad en una ubicación y menos en otra», ha resumido Miller.
Por ese motivo, ha optado por quitarle hierro al asunto, insistiendo en que la decisión que la pausa de sus data center «forma parte de la gestión rutinaria» de su capacidad y que «no ha habido cambios fundamentales recientes» en sus planes de expansión.
Amazon sigue los pasos de Microsoft
Conviene recordar que Amazon no ha sido la única en echar el freno en la implementación de centros de datos, ya que hace unas semanas le tocó a Microsoft. Así lo confirmaron los analistas de TD Cowen a Bloomberg y después la propia tecnológica, que dijo que estaba ralentizando parte de la construcción de los suyos, a pesar de que la demanda de sus servicios de nube e IA continuaba aumentando.
«En los últimos años, la demanda de nuestros servicios creció más de lo que jamás hubiéramos previsto y, para aprovechar esta oportunidad, comenzamos a ejecutar el proyecto de escalamiento de infraestructura más grande y ambicioso de nuestra historia», señaló en su perfil de LinkedIn el presidente de operaciones e innovación en la nube de Noelle Walsh.
Si bien no dio una razón concreta por la que había pausado su proyecto, sugirió que la compañía había tomado esta decisión para «ajustar el ritmo estratégico» de sus planes, «seguir creciendo con fuerza y asignando inversiones que se ajustan a las prioridades del negocio y la demanda de los clientes».