Así será nuestra colisión con Andrómeda

Una nueva y espectacular imagen del Telescopio Espacial Hubble de la colisión de tres galaxias lejanas nos muestra cómo la Vía Láctea, nuestra propia galaxia, chocará en el futuro con Andrómeda y la Galaxia del Triángulo

Por: José Manuel Nieves. ABC Ciencia.

La imagen corresponde a Arp 195, un cúmulo formado por tres galaxias, situado a 389 años luz de la Tierra en la constelación del Lince y en el que sus miembros se ‘desgarran’ mutuamente en un tira y afloja gravitacional de tres vías. Un destino que los astrónomos predicen que será también el de la Vía Láctea cuando, dentro de 4.500 millones de años, cuando colisione con la vecina galaxia de Andrómeda y su galaxia satélite. La imagen fue tomada por el veterano telescopio espacial apenas dos semanas después de una avería que estuvo cerca de dejarlo permanentemente fuera de servicio a finales de junio.

La Vía Láctea es una de las tres mayores galaxias de nuestro entorno. Junto a Andrómeda y la Galaxia del Triángulo (M31 y M33), en efecto, la galaxia en la que vivimos da cuenta de una buena parte de la masa del llamado Grupo Local, una treintena de galaxias que viajan juntas a través del espacio.

Hace ya tiempo que sabemos que, debido a su enorme gravedad, Andrómeda y la Vía Láctea, los dos gigantes del grupo, están destinados a chocar algún día, algo que cambiará por completo nuestro entorno cósmico. Cuando eso suceda, dentro de unos 4.500 millones de años, las dos galaxias se unirán en una sola, aún más grande, que los astrónomos han bautizado ya como ‘Lactomeda’.

Sin embargo, los movimientos tridimensionales de las galaxias dentro del Grupo Local seguían sin estar claros hasta hace poco, lo que no permitía conocer demasiados detalles sobre la futura colisión.

“Necesitábamos explorar los movimientos de las galaxias en 3D para descubrir cómo han crecido y evolucionado, y qué crea e influye en sus características y comportamiento -asegura Roeland van der Marel, del Space Telescope Science Institute en Baltimore, EE. UU y autor principal de un estudio publicado en 2019 en ‘ The Astrophysical Journal’-. Ahora hemos podido hacerlo utilizando el segundo paquete de datos facilitado por Gaia”.

Gaia es una misión espacial europea cuyo objetivo es construir el mapa tridimensional más preciso hasta ahora de las estrellas del universo cercano y que está publicando sus datos por etapas. Para esta investigación se utilizaron los del segundo ‘paquete’ de información, publicado en abril de 2018.

Tercero en discordia

La colisión entre Andrómeda y la Vía Láctea, sin embargo, tendrá un tercer invitado: M33, la Galaxia del Triángulo, menor que las otras dos pero que aún tiene unos 60.000 años luz de diámetro (frente a los 100.000 años luz de la Vía Láctea) y entre 30.000 y 60.000 millones de estrellas (frente a los entre 200.000 y 400.000 millones de nuestra galaxia). Recientes observaciones del Telescopio Espacial Hubble, en efecto, parecen demostrar que M33 es, en realidad, una galaxia satélite de Andrómeda, aunque su tipo de ‘relación’ no es aún demasiado claro.

De aquellas observaciones surgieron dos posibilidades: o bien M33 se encuentra en una órbita increíblemente larga (de unos 6.000 millones de años de duración) alrededor de Andrómeda pero ya ha caído en ella en el pasado; o bien se encuentra actualmente en su primera ‘caída’ hacia la gran galaxia. Cada uno de estos escenarios refleja una trayectoria orbital diferente y, por tanto, una historio y un futuro que también son diferentes para cada galaxia.

El Hubble nos ha proporcionado, es cierto, la imagen más nítida de Andrómeda y M33 juntas, pero Gaia, midiendo con exactitud la posición individual y el movimiento de millones de sus estrellas, nos ha brindado una información cuyo valor no tiene precedentes.

En palabras de Mark Fardal, también del Space Telescope Science Institute y coautor de aquella investigación: «Revisamos los datos de Gaia para identificar miles de estrellas individuales en ambas galaxias y estudiamos cómo estas estrellas se movían dentro de sus hogares galácticos. Y aunque Gaia tiene como objetivo principal estudiar la Vía Láctea, es lo suficientemente poderosa como para detectar estrellas especialmente masivas y brillantes dentro de las regiones cercanas de formación de estrellas, incluso en galaxias más allá de la nuestra».

Los datos de Gaia, además, revelaron también otro dato importante: cómo las dos galaxias giran cada una alrededor de su eje de rotación. «Por primera vez -señala Roeland-, podemos medir cómo giran M31 y M33 en el cielo. Y esto nos ayudará a comprender más sobre la naturaleza de las galaxias».

Al combinar las observaciones existentes con la nueva publicación de datos de Gaia, los investigadores determinaron cómo Andrómeda y Triángulo se mueven a través del cielo, y calcularon la trayectoria orbital de cada galaxia tanto hacia atrás como hacia adelante en el tiempo a lo largo de miles de millones de años.

Los nuevos datos revelaron que cuando la Vía Láctea y Andrómeda choquen y se fusionen, es probable que tanto el momento como las consecuencias de esa interacción sean diferentes de lo esperado.

Dado que el movimiento de Andrómeda difiere un poco de las estimaciones anteriores, es probable que la galaxia dé más un golpe a la Vía Láctea. Algo que no ocurrirá dentro de 3.900 millones de años, sino dentro de 4.500 millones, unos 600 millones de años más tarde de lo previsto.

Y ahora, el Hubble nos proporciona una ‘foto’ de cómo podría ser ese momento.

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