Descubren una nube atómica en la Constelación de Pegaso 20 veces mayor que la Vía Láctea.

El cuerpo celeste, identificado a 10.000 años luz de nuestro planeta, es considerado el más grande de su tipo descubierto hasta la fecha.

Descubren una nube atómica en la Constelación de Pegaso 20 veces mayor que la Vía Láctea

NASA / ESA / CSA / STScI

Gracias al uso del Radiotelescopio Esférico de Quinientos Metros de Apertura (FAST), un equipo de internacional de astrónomos descubrió la nube atómica más grande encontrada hasta ahora en el universo, informa la Academia de Ciencias de China.

El hallazgo se realizó mientras los científicos estudiaban el Quintento de Stephan, un conjunto de galaxias situado a unos 10.000 años luz de la Tierra, en la constelación de Pegaso. Según detalla el organismo, la enorme nube de átomos de hidrógeno mide cerca de 2 millones de años luz, unas 20 veces más que la Vía Láctea.

Con el objetivo de estudiar la interacción y la evolución de las galaxias del Quinteto de Stephan, los académicos analizaron los átomos de hidrógeno que rodean al sistema, ya que este elemento emite una firma única que puede revelar datos sobre eventos estelares ocurridos hace millones de años.

Nube de hidrógena del Quintento de Stephan

Academia de Ciencias de China

Tras analizar los resultados, publicados este miércoles en Nature, los científicos se sorprendieron al descubrir evidencia de una gigantesca estructura gaseosa al menos dos veces más grande que cualquier nube atómica descubierta anteriormente.

El extraordinario tamaño de la nube no fue el único rasgo que intrigó a lo expertos, ya que su ubicación, relativamente lejos del núcleo del sistema galáctico, también es algo inusual. Según explicaron, este tipo de objetos se forman dentro o en las inmediaciones de las galaxias, debido a que en esos lugares se concentra la mayor cantidad de hidrógeno.

Según los investigadores, el hallazgo de esta nube supermasiva podría arrojar nueva luz sobre el origen del universo y de las galaxias. Asimismo, apuntan que sus observaciones sugieren la necesidad de replantear las propiedades y el comportamiento del hidrógeno en el espacio.

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