“Desempleo tecnológico”

Por: Willy Ramírez Chávarry.*

Con el avance de la tecnología -inteligencia artificial y robótica- se viene incrementando nuestra ansiedad por la automatización, sentimos temor de que nuestros trabajos sean realizados por máquinas en vez de seres humanos. Sin duda, ya se vienen presentando grandes cambios, lo que no está claro es cómo será ese cambio, el futuro nos inquieta y emociona; la amenaza del desempleo es real y es un gran problema que nos invita a la reflexión.

¿Reemplazarán las máquinas a los seres humanos en las tareas cotidianas? Las máquinas vienen desplazando y sustituyendo a los seres humanos en las labores particulares, pero también los complementan en otras tareas, haciendo que el trabajo sea más importante y valioso.

Por ejemplo: Waze nos ayuda con la congestión vehicular y nos ayuda a llegar a lugares que no conocemos, softwares especializados ayudan a los arquitectos e ingenieros a diseñar edificios más grandes y complicados.

El progreso tecnológico no solo complementa directamente a los seres humanos, también lo hace indirectamente; en la economía; por ejemplo, a medida que aumenta la productividad, aumentan los ingresos y crece la demanda, las personas gastan sus ingresos de nuevas maneras, han surgido nuevos gustos por productos también nuevos, surgen nuevas industrias, se realizan nuevas tareas; hace tres siglos, la gente trabajaba en granjas, hace dos siglos en fábricas, en el presente siglo en oficinas.

Si bien es cierto la sustitución de máquinas perjudica a los trabajadores, también ayuda a los seres humanos porque complementa sus tareas. ¿Las máquinas tienen que copiar la forma en que los seres humanos piensan y razonan?

Los estudiosos consideraban que muchas tareas no podían automatizarse fácilmente, vemos que se equivocaron, ya tenemos vehículos sin conductor, sistemas que pueden diagnosticar problemas de salud, inclusive hay aplicaciones que nos permiten identificar a animales o plantas que no conocemos.

Las máquinas pueden hacer tareas en milésimas de segundo cuando al ser humano le podría tomar toda una vida, la inteligencia humana es limitada; si pensamos que las máquinas van a “pensar” o “razonar” como los humanos, estamos equivocados, las máquinas realizan las tareas de manera diferente a los seres humanos, inclusive nos han superado largamente.

Por ejemplo: diagnostican el cáncer, no copia el juicio o la intuición del médico, no sabe ni entiende nada de medicina, pero ejecuta un algoritmo de reconocimiento de patrones de miles o millones de casos pasados, buscando similitud entre esos casos y la lesión particular que está evaluando, tarea imposible para un médico.

¿Las máquinas son superiores o inferiores al ser humano? Con la ayuda de las máquinas, un trabajador puede ser más productivo, y en algunos casos improductivo. A veces pensamos que, con la incorporación de las máquinas, muchas personas se quedarán sin trabajo.

Lo que sucede, en realidad, es que el trabajo se hace más grande y cambia, las tareas se vuelven más valiosas, surgen nuevas tareas que requieren más preparación. Los sistemas de navegación hacen que las personas sean mejores conductores, pero llegará el momento en que reemplazará al ser humano, las máquinas se están volviendo más “capaces”, la demanda de tarea no es demanda de mano de obra; los seres humanos solo se beneficiarán si retienen la ventaja en todas las tareas complementarias, pero esto cada vez se vuelve menos probable.

El desempleo tecnológico ya está presente y -aunque suene extraño- es un síntoma de éxito; lo que nos toca ahora es descubrir cómo esta prosperidad puede ser disfrutada por toda la humanidad, en un mundo donde las tareas cotidianas que hacía la gente están apagándose y desapareciendo. Necesariamente tenemos que pensar de una manera diferente, no todos estarán de acuerdo en el futuro que se viene; lo que nos debe importar, a pesar de las diferencias de opinión, es cómo hacer para que la prosperidad llegue a cada rincón de nuestro planeta.

*Ph.D. CEO de @SophiaEPG

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