Detectan intensas llamaradas en el entorno de Próxima b, la tierra más cercana

Un estudio confirma que ‘Próxima b’ es un exoplaneta con una masa similar a la de la Tierra que podría albergar vida.

Representación artística de un destello estelar de la estrella Próxima Centauri expulsando material sobre un exoplaneta cercano. Representación artística de un destello estelar de la estrella Próxima Centauri expulsando material sobre un exoplaneta cercano. Mark Myers/OzGrav

Un equipo de astrónomos australianos ha mostrado por primera vez un vínculo definitivo entre las llamaradas ópticas y las explosiones de radio en una estrella que no es el Sol. Se trata de Próxima Centauri, ubicada a solo 4,2 años luz de la Tierra y que tiene un exoplaneta, Próxima b, que lo orbita y que presenta una masa similar a la Tierra.

Este hallazgo, que facilitará a los astrónomos la detección del clima espacial alrededor de estrellas cercanas fuera del Sistema Solar, no arroja, sin embargo, resultados prometedores para encontrar vida tal como la conocemos en Próxima Centauri, nuestro vecino más cercano.

“Los astrónomos han descubierto recientemente que hay dos planetas rocosos ‘parecidos a la Tierra’ alrededor de Proxima Centauri, uno dentro de la ‘zona habitable’ donde cualquier agua podría estar en forma líquida”, ha explicado en un comunicado Andrew Zic, de la Universidad de Sydney, en Australia.

“Pero dado que Próxima Centauri es una pequeña estrella enana roja fría, significa que esta zona habitable está muy cerca de la estrella, mucho más que Mercurio de nuestro Sol”, añade. “Lo que muestra nuestra investigación es que esto hace que los planetas sean muy vulnerables a la peligrosa radiación ionizante que podría esterilizarlos de manera efectiva”, ha indicado.

El hallazgo, publicado el miércoles en The Astrophysical Journal, es un paso importante en el uso de señales de radio de estrellas distantes para producir informes meteorológicos espaciales de manera eficaz.

“Nuestro propio Sol emite regularmente nubes calientes de partículas ionizadas durante lo que llamamos eyecciones de masa coronal. Pero dado que el Sol es mucho más caliente que Próxima Centauri y otras estrellas enanas rojas, nuestra ‘zona habitable’ está lejos de la superficie del Sol, lo que significa que la Tierra está relativamente lejos de estos eventos”, ha explicado Zic. “Además, la Tierra tiene un campo magnético planetario muy poderoso que nos protege de estas intensas explosiones de plasma solar”, ha agregado.

La investigación se realizó en colaboración con CSIRO, la Universidad Curtin, la Universidad de Australia Occidental, la Universidad de Wisconsin-Milwaukee, la Universidad de Colorado, en Estados Unidos, y hubo contribuciones del Centro ARC de Ondas Gravitacionales y la Universidad de California Berkeley.

“Las explosiones de radio enanas M pueden ocurrir por diferentes razones que en el Sol, donde generalmente se asocian con eyecciones de masa coronal —señala Zic—. Pero es muy probable que haya eventos similares asociados con las explosiones estelares y las explosiones de radio que hemos visto en este estudio”. Las eyecciones de masa coronal son expulsiones enormemente energéticas de plasma ionizado y radiación que sale de la atmósfera estelar.

“Esta es probablemente una mala noticia en el frente del clima espacial. Parece probable que las estrellas más comunes de la galaxia, las enanas rojas, no sean buenos lugares para encontrar vida como la conocemos”, ha lamentado.

En busca de planetas habitables

En la última década, ha habido un renacimiento en el descubrimiento de planetas que orbitan estrellas fuera de nuestro Sistema Solar. Ahora hay más de 4.000 exoplanetas conocidos.

Esto ha aumentado las esperanzas de encontrar condiciones “similares a la Tierra” en exoplanetas. Investigaciones recientes indican que aproximadamente la mitad de las estrellas similares al Sol en la Vía Láctea podrían albergar tales planetas. Sin embargo, las estrellas similares al Sol solo constituyen el 7% de los objetos estelares de la galaxia. Por el contrario, las enanas rojas de tipo M como Próxima Centauri constituyen aproximadamente el 70% de las estrellas de la Vía Láctea.

Los hallazgos sugieren claramente que es probable que los planetas alrededor de estas estrellas estén cubiertos de llamaradas estelares y eyecciones de plasma.

Zic ha resaltado que “la probabilidad de que la llamarada solar observada y la señal de radio recibida de nuestro vecino no estuvieran conectadas es mucho menor que una probabilidad entre 128.000”. Y la investigación muestra que los planetas alrededor de Proxima Centauri pueden sufrir una fuerte erosión atmosférica, dejándolos expuestos a rayos X muy intensos y radiación ultravioleta.

En este sentido, Zic ha reconocido que la pregunta de si podría haber campos magnéticos protegiendo estos planetas sigue sin respuesta. “¿Cuántos exoplanetas tienen campos magnéticos como el nuestro?”, se ha preguntado.

Hasta ahora no se han realizado observaciones de campos magnéticos alrededor de exoplanetas y encontrarlos podría resultar complicado. Zic ha resaltado que una forma potencial de identificar campos magnéticos distantes sería buscar auroras, como las que están alrededor de la Tierra y también se han observado en Júpiter.

“Pero incluso si hubiera campos magnéticos, dada la proximidad estelar de los planetas de la zona habitable alrededor de las estrellas enanas M, esto podría no ser suficiente para protegerlos”, ha advertido Zic.

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