El cable submarino respaldado por Huawei que une China, Europa y África llega a Kenia

El proyecto es parte de la llamada Ruta de la Seda Digital impulsada por Pekín, que implica el despliegue de infraestructuras de tecnología de la información y la comunicación.

El cable submarino respaldado por Huawei que une China, Europa y África llega a Kenia

Imagen ilustrativa.

Costfoto/Sipa USA / Legion-Media

El cable submarino respaldado por Huawei que une China, Europa y África ha llegado a Kenia, informa Bloomberg.

Bautizado como ‘Cable de la paz’, tiene una longitud de unos 15.000 kilómetros y un coste de alrededor de 425 millones de dólares. Huawei es accionista de Hengtong Optic-Electric, la empresa que se ocupa de la construcción.

La infraestructura va por tierra desde China hasta Pakistán y luego hace un recorrido de más de 12.000 km por debajo del mar para llegar a Francia, mientras que otra rama se dirige hacia el este de África, hasta la ciudad portuaria de Mombasa, en Kenia.

Asimismo, está previsto que se lleve a cabo una extensión hasta Singapur y el sur de África durante una segunda fase del proyecto.

El cable submarino es parte de la llamada Ruta de la Seda Digital realizada por Pekín, que implica el despliegue de infraestructuras de tecnología de la información y la comunicación (TIC) para impulsar el comercio y la inversión entre la economía asiática y el resto del mundo.

De hecho, el pasado sábado las autoridades de Kenia y Huawei firmaron un acuerdo en virtud del cual un total de 20.000 kenianos —incluidos 12.500 funcionarios públicos— recibirán capacitación en TIC durante los próximos tres años.

Se espera que la nueva infraestructura ayude a África oriental a cumplir con los futuros requisitos de capacidad de banda ancha y minimice el tiempo de tránsito para la conectividad con Asia y Europa, explicó Mugo Kibati, director ejecutivo de Telkom Kenya, empresa que opera y mantiene cinco de los seis cables submarinos que funcionan en esa nación.

Los cables submarinos tienen una importancia estratégica significativa y muchos son propiedad y están operados por empresas de EE.UU., lo que refuerza el dominio del país norteamericano en este sector.

En 2019 China se convirtió en un punto de aterrizaje, propietario o proveedor del 11,4 % de los cables submarinos del mundo, según el Instituto de Estudios de Paz y Conflictos y el Centro Leiden Asia. Se espera que esta cuota aumente hasta el 20 % entre los años 2025 y 2030.

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