El mercado de las memecoins sigue tan vivo como siempre. Por eso este estafador lleva creadas 114 en menos de dos meses
lyzanorENRIQUE PÉREZ
@Lyzanor
Las memecoins no tienen utilidad ni valor por sí mismas. El único motivo por el que existen es porque hay usuarios que les hace gracia y deciden comprarlas para ver qué es lo que pasa. El problema es que hay quienes se aprovechan de esta viralidad y obtienen beneficio económico de ello. Si las criptomonedas ya se asemejan a las apuestas, las memecoins son un paso todavía más hacia el azar y la locura.
Lamentablemente, el mercado de las memecoins sigue muy vivo. Pese a que el Dogecoin no vive sus mejores días, hay otras como la de ‘Pepe the Frog’, el meme por excelencia, que está disparada. Son una montaña rusa. Todos los saben y aun así muchos deciden meterse.
Detrás de la broma, hay un beneficio. Estas criptomonedas no solo se crean por hacer la broma. En muchas ocasiones, quienes están detrás impulsan una campaña en las redes con la intención de que más usuarios decidan apostar también por ella. A ver si la rueda crece. Los primeros que se apuntan ganan, los que llegan después pierden.
Bajo este juego hay auténticos estafadores que conocen bien las dinámicas del mercado. Usuarios que crean múltiples memecoins, con la intención de que alguna tenga suficiente carisma o poder de atracción con tal de enganchar a otros. Estos días hemos conocido un caso particularmente llamativo.
114 memecoins en 45 días. Según explica el investigador ZachXBT, se han detectado unos movimientos extraños que apuntan a una misma dirección. En el último mes y medio, hasta 114 memecoins se han creado y todos los fondos conseguidos se han traspasado luego a un mismo depósito.
La dirección es 0x739c58807B99Cb274f6FD96B10194202b8EEfB47. Y podrían haber más. Estas memecoins son las que apuntan a la misma cuenta. Se desconoce el alcance total de esta estafa, pero cada transacción es de un par de ETH. Al cambio son casi 2.000 euros. Viendo el total de transacciones, hablaríamos de un beneficio de casi medio millón de euros.
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Operando (desapercibido) en Coinbase. Este tipo de operaciones son fáciles de seguir una vez se detectan, ya que los movimientos quedan registrados. De hecho en el caso del estafador de las 114 memecoins, apuntan a una dirección de Coinbase, por lo que es fácil de seguir.
¿Por qué si es público no se ha impedido que se creen más memecoins? Principalmente es por un asunto de volumen. Las operaciones son de unos pocos ETH, por lo que pasan prácticamente desapercibidas.
Memecoins en el top 100 de criptomonedas. Que no tengan ningún tipo de base técnica no impide que algunos memecoins se cuelen en el top de criptomonedas con más valor. Ya lo vimos con Dogecoin o Shiba Inu y recientemente lo tenemos con el token Floki Inu, que se ha disparado un 70%. Para luego volver a caer con fuerza.
Una volatilidad extrema sin freno. En la que quienes salen ganando son los estafadores que no tienen reparo en aprovecharse de este sistema.
Imagen | Kanchanara