El motivo que hundió las ventas de NVIDIA en China: el ‘desliz’ que enfureció al gigante asiático y lo paralizó todo.

Un comentario fuera de lugar realizado por una persona de la Administración Trump hizo que China cambiara de parecer y optara por producto nacional, en lugar de los chips H20.

Una caricatura de Xi Jinping

Gemini

Por: Noelia Murillo Carrascosa

Lo que está sucediendo con Nvidia en China es un claro ejemplo de cómo decisiones ajenas pueden perjudicar a empresas privadas y hacer que el equilibrio y la estabilidad de éstas se tambaleen sin haber movido un dedo. Y sí, es el Gobierno de Trump quien tiene la culpa de todo.

Hasta hace no tanto, la empresa liderada por Jensen Huang operaba en el país asiático sin ningún problema, aparentemente y en determinados casos, ya que tuvo que sacarse de la manga un chip que fuera la versión low cost del H100 para poder seguir sacando rédito al otro lado del océano.

Hablamos del H20, destinado a las cargas de trabajo con IA y pensado para mantener su parte en el mercado chino ante los estrictos controles de exportación implementados por el anterior presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

Lo cierto es que, con el actual mandatario, Donald Trump, la cosa no ha mejorado demasiado, ya que prohibió las exportaciones en su momento, pero luego las dio luz verde, aunque no ha obtenido los resultados que esperaba… y todo por un comentario de una persona de su confianza.

Según se ha sabido recientemente, a China no le sentó demasiado bien un comentario de Howard Lutnick, el secretario de Comercio de Estados Unidos, que afeó al país asiático diciendo que no les vendía lo mejor que se fabricaba en territorio norteamericano. «Ni las segundas mejores ni, siquiera, las terceras mejores», aseguró en declaraciones recogidas por CNBC.

China no quiere los chips y acusa a Nvidia de espionaje

Esto ha sentado tan mal en Pekín que, tal y como apuntan en Financial Times, China ha tomado medidas para que no entre ni un solo procesador de Nvidia en su territorio, una medida que también ha afectado a aquellas empresas que ya habían adquirido estos lotes antes y que ahora deben justificar estas compras.

Esto va en la línea de los últimos acontecimientos en los que Nvidia ha formado parte, ya que recientemente ha dicho que no estaba dispuesta a que los H20 aterrizaran en el país después de la autorización de Trump porque sospechaba que éstos integraran tecnología de seguimiento y posicionamiento, así como de apagado en remoto.

Nvidia no tardó en contradecir a China, asegurando que su producto está limpio de ese tipo de tecnología, debido a que eso «sería un regalo para los hackers y actores hostiles», algo que desde el país contrario parecen haber desoído, tal y como se ha podido comprobar a continuación.

China priorizará los productos nacionales

Un artículo recientemente publicado por SCMP señala que China ya se ha puesto las pilas para acabar con esta broma que tanto daño está haciendo a Nvidia, con una nueva normativa que obliga a las empresas chinas a priorizar procesadores fabricados en China frente a los de competidores extranjeros.

De esta manera, lo que inicialmente fue una recomendación a las empresas de inteligencia artificial remitida por la Administración china, es ahora una obligación, para que estas firmas utilicen al menos un 50% de circuitos integrados chinos en sus propios servidores.

Gracias a esto, dejarán de depender de tecnológicas extranjeras (incluida Nvidia, claro), además de que de ello se beneficiarán otros gigantes del sector, como es el caso de Huawei, que podría aprovechar este momento para extender su reciente lanzamiento Ascend 920 a nuevos clientes.

La duda está en si estas empresas podrán seguir las indicaciones del Gobierno de Xi Jinping, debido a que la adopción de chips nacionales está acrecentando los desafíos técnicos que deben abordar los centros de datos chinos que emplean semiconductores fabricados en este país y otros que no se han desarrollado ahí.

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