Una nueva roca se ha conseguido montar en el interior de una de las ruedas del famoso rover.
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El rover Perseverance de la NASA ya tiene compañía en Marte, aunque no es la mascota que podrías esperar Detalle de la segunda roca que se ha colado en una de las ruedas de Perseverance. NASA
Por Roberto Cantero en Ciencia
Es solamente un vehículo en otro planeta a cargo de la NASA, pero no cabe duda de que el rover Perseverance se encuentra realizando su misión espacial solo en la inmensidad de un lejano planeta. Bueno, quizás esto no sea del todo cierto. Ya hace algún tiempo, a principios del año pasado, CNET se hizo eco de una imagen en la que podíamos ver cómo una pequeña roca se había subido al interior de una de las ruedas del vehículo autónomo. Ahora, meses después, parece que una nueva roca hará compañía al rover.
No son sables láser, es la colección de muestras que el rover Perseverance de la NASA ha recogido en Marte
Dos rocas acompañan a Perseverance en su recorrido por la superficie de Marte
Tal y como puedes observar en el tuit que te dejamos bajo estas líneas, ahora serían dos las rocas que se han aupado al interior de las ruedas del rover Perseverance. En concreto, parece que han sido elegidas las ruedas delanteras, siendo la derecha la que tiene un nuevo acompañante en el recorrido del vehículo por el árido suelo marciano. Este descubrimiento ha sido posible gracias a unas cámaras en concreto, las denominadas HazCams, que permiten descubrir qué es lo que se encontrará el rover por el camino y, de paso, conocer el estado de las ruedas.
Ya parece que la imagen de la roca había sido obtenida hace unos días, concretamente el 1 de marzo, tal y como se puede comprobar en la página web de la NASA donde se ha subido dicha instantánea. Resulta curioso pensar que Perseverance lleva consigo un par de rocas sobre sus ruedas, dado que uno de sus objetivos principales es la recolección de muestras para la misión Mars Sample Return.
Está claro que esta no es la manera que habían previsto obtener estos minerales marcianos y aún está por ver si las rocas afectan de manera negativa al recorrido del rover o si pueden ser desplazadas del interior de las ruedas. Aún queda mucho tiempo para que el ser humano pise Marte, en algunas de las futuras misiones de la NASA, pero no cabe duda de que el planeta rojo y los vehículos que allí hemos desplegado continúan sorprendiéndonos.