Según el magnate, su creación podrá devolver la movilidad a extremidades dañadas o amputadas y recuperar la visión incluso a los ciegos de nacimiento
Elon Musk durante una presentación de Neuralink NEURALINK
El siempre polémico Elon Musk, quien últimamente no da abasto entre tanta controversia, afirmó durante un evento retransmitido online que su chip cerebral Neuralink, que promete conectar el cerebro directamente con los ordenadores, empezará las pruebas en humanos en seis meses. No es la primera vez que el magnate, también dueño de Tesla, SpaceX y recientemente Twitter, anuncia a bombo y platillo estos ensayos: hace justamente ahora un año dio la misma noticia para 2022, sin especificar fecha concreta. Plazo que, evidentemente, no se ha cumplido (como la mayoría de sus predicciones).
Neuralink es un chip cerebral del tamaño de una moneda de centavo que se implanta en el cerebro y que, según explicó el propio Musk, podría permitir que los pacientes discapacitados se muevan y se comuniquen nuevamente, o que recuperen la visión «incluso personas que nunca han podido ver antes», afirmó. De hecho, estos serán, tal y como explicó él mismo, los primeros objetivos de Neuralink. La idea es que personas con miembros amputados, lesiones cerebrales o daños espinales puedan controlar un ordenador, un móvil o cualquier aparato conectado solo con el pensamiento.
La compañía lleva desde 2017 realizando pruebas con monos. De hecho, el vídeo de un primate con uno de sus electrodos implantado jugando a un videojuego con la mirada se hizo viral. Sin embargo, meses después, un informe del Comité de Médicos para la Medicina Responsable acusó a la empresa de someter a los animales de sus pruebas a un «sufrimiento extremo» por el que 15 de los 23 monos de pruebas murieron o tuvieron que ser sacrificados. La empresa negó tales acusaciones.
Aun así, la compañía ha llevado a cabo todos los trámites para tener la aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE. UU. (FDA) para comenzar ensayos clínicos en personas. «Queremos ser extremadamente cuidadosos y estar seguros de que funcionará bien antes de colocar un dispositivo en un ser humano», dijo Musk. «Al principio, el progreso, particularmente en lo que se refiere a los humanos, parecerá tal vez angustiosamente lento, pero estamos haciendo todo lo posible para llevarlo a escala en paralelo -agregó-. Entonces, en teoría, el progreso debería ser exponencial». La FDA aún no se ha pronunciado al respecto.
Otros vaticinios demasiado optimistas de Musk
Elon Musk es muy dado a los anuncios grandilocuentes: ha dicho desde que enviará misiones tripuladas a Marte esta década (la NASA se ha propuesto la siguiente, seguramente a finales, y muchos expertos dudan de que se cumpla el plazo) y colonizar el Planeta Rojo para salvar a la humanidad. De hecho, su ilusión es morir en nuestro mundo vecino, tal y como ha relatado en varias ocasiones.
Aun así, Neuralink ha incumplido repetidamente sus plazos internos, mucho más las predicciones de su jefe. De hecho, Musk se acercó a su competidor, Synchron, a principios de este año para tantear una posible inversión después de expresar su frustración a los empleados de Neuralink por su lento progreso, según informó Reuters.
Synchron adelantó a Neuralink al implantar su dispositivo en un paciente estadounidense el pasado mes de julio. De momento, recibió el año pasado el permiso en EE. UU. para los ensayos en humanos y ya ha completado estudios con cuatro personas en Australia.