Hace 4.000 años nuestros antepasados construían tuberías sin necesidad de ningún jefe que se lo mandase.

El sistema fue hallado en un yacimiento del neolítico en China en el que no había evidencias de jerarquización

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Tuberías de agua que conducen a una zanja de drenaje cerca de la puerta sur de Pingliangtai

Tuberías de agua que conducen a una zanja de drenaje cerca de la puerta sur de Pingliangtai YANPENG CAO

ABC CIENCIA

Un antiguo sistema de tuberías de agua de cerámica, el más antiguo jamás descubierto en China, muestra que nuestros antepasados del neolítico eran capaces de realizar hazañas de ingeniería complejas sin la necesidad de una persona de autoridad o un ‘jefe’ que orquestase el trabajo, sino que se organizaban entre todos para construirlas.

En un estudio publicado en ‘Nature Water’, el equipo arqueológico del University College de Londres (UCL) describe una red de tuberías de agua de cerámica y zanjas de drenaje en el yacimiento amurallado chino de Pingliangtai, que data de hace 4.000 años, en una época conocida como el período Longshan. La red muestra cooperación entre la comunidad para construir y mantener el sistema de drenaje, aunque no hay pruebas de un poder o autoridad centralizada.

Yijie Zhuang, investigador del Instituto de Arqueología de la UCL y autor principal del artículo, explica la importancia del hallazgo: «El descubrimiento de esta red de tuberías de agua de cerámica es notable porque la gente de Pingliangtai pudo construir y mantener este sistema avanzado de gestión del agua en la edad de piedra sin la organización de una estructura de poder central. Este sistema habría requerido un nivel significativo de planificación y coordinación en toda la comunidad, y todo se hizo de manera comunitaria».

Las tuberías de agua de cerámica forman un sistema de drenaje que es el sistema completo más antiguo jamás descubierto en China (existen otros ejemplos más antiguos, cerca de hace 6.000 años en la antigua Babilonia). Realizadas mediante la interconexión de segmentos individuales, las tuberías de agua corren a lo largo de caminos y muros para desviar el agua de lluvia y muestran un nivel avanzado de planificación central en el yacimiento neolítico.

Lo que sorprende a los investigadores es que el asentamiento de Pingliangtai muestra poca evidencia de jerarquía social: sus casas eran todas del mismo pequeño tamaño y no se han hallado signos de estratificación social o desigualdad significativa entre la población. Las excavaciones en el cementerio de la ciudad tampoco encontraron evidencia de una jerarquía social en los entierros, una marcada diferencia con las excavaciones en otras ciudades cercanas de la misma época.

Pero, a pesar de la aparente falta de una autoridad centralizada, el pueblo se unió y llevó a cabo la cuidadosa coordinación necesaria para producir las tuberías de cerámica, planificar su disposición, instalarlas y mantenerlas, un proyecto que probablemente demandó un gran esfuerzo de gran parte de la comunidad.

El nivel de complejidad asociado con estas tuberías refuta la hipótesis anterior que sostiene que solo un poder estatal centralizado con élites gobernantes podría reunir la organización y los recursos para construir un sistema complejo de gestión del agua: Pingliangtai demuestra que sociedades más igualitarias y comunales también eran capaces de este tipo de hazañas de ingeniería.

Hogar de 500 personas

Pingliangtai se encuentra en lo que ahora es el distrito de Huaiyang de la ciudad de Zhoukou en el centro de China. Durante la época neolítica, la ciudad fue el hogar de unas 500 personas, que vivían en una ciudad amurallada con un foso circundante. Situada en la llanura superior del río Huai en la vasta llanura de Huanghuaihai, el clima de la zona hace 4.000 años estuvo marcado por grandes cambios climáticos estacionales, donde los monzones de verano solían arrojar medio metro de lluvia mensual sobre la región.

El manejo de estos diluvios fue importante para evitar que las inundaciones abrumaran a las comunidades de la región. Para ayudar a mitigar el exceso de agua durante la temporada de lluvias, la gente de Pingliangtai construyó y operó un sistema de drenaje de dos niveles que no se parecía a ningún otro visto en ese momento. Construyeron líneas simples pero coordinadas de zanjas de drenaje que corrían paralelas a sus hileras de casas para desviar el agua del área residencial a una serie de tuberías de agua de cerámica que llevaban el agua al foso circundante y la alejaban del pueblo.

Estas pipas de agua de cerámica representaban un nivel avanzado de tecnología para la época. Si bien había cierta variedad en la decoración y los estilos, cada segmento de tubería tenía entre 20 y 30 centímetros de diámetro y entre 30 y 40 centímetros de largo. Se encajaron numerosos segmentos entre sí para transportar agua a largas distancias.

El sistema de drenaje de Pingliangtai es único entre los sistemas de agua en otras partes del mundo en ese momento. Su propósito de drenar el agua de lluvia e inundaciones de los monzones difiere de otros sistemas neolíticos en el mundo, muchos de los cuales se usaban para el drenaje de aguas residuales u otros fines.

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