La ciencia ha descubierto un nuevo superpoder de nuestros amigos caninos.

Créditos de imagen a Anna Balint.

Descripción: foto infrarroja de un golden retriever en un escáner de resonancia magnética funcional, muestra la nariz fría y el resto del cuerpo caliente.

El perro es una de las mascotas favoritas del ser humano y es que es complicado referirse a ellos sin utilizar adjetivos que denoten cariño. Algunas personas les “perritos”, “amigos caninos” o “lomitos”, debido a su alta disposición para ser acariciados.

Sea cual sea la forma que usemos para llamarles, su nombre científico es Canis lupus familiaris, son descendientes directos de los lobos (Canis lupus). Los científicos creen que posiblemente los perros fueron los primeros animales en ser domesticados por los humanos, debido a la estrecha relación que ha existido desde el comienzo de nuestra historia como especie.

Perros y humanos

Los perros animales sociales que se encuentran en prácticamente todo el mundo, en todos los hábitats. En la actualidad se conocen a más de 800 razas. Se caracterizan por tener músculos, pelaje y esqueleto óseo resistentes. Además de un excelente sistema cardiovascular, que les permite correr y tener buena resistencia.

Son cazadores naturales, sus dientes están diseñados para morder, soportar y desgarrar a sus presas. Los perros han convivido con nosotros desde hace unos 14,000 años. Han realizado varias actividades como ser perros de guardia, de caza, de compañía, perros guía, pastores de ganado y para jalar trineos. Su promedio de vida es de 15 años.

Tienen el oído y el olfato sumamente desarrollados, este último es su principal órgano sensorial.

El descubrimiento

Investigadores de las universidades Universidad de Lund y la Universidad Eötvös Loránd, realizaron un descubrimiento asombroso, los perros son capaces de detectar calor con el olfato. Así es, detectan la débil radiación térmica de sus presas. Por esta razón algunos perros con problemas sensoriales como defectos en la visión, olfato o audición todavía son capaces de cazar.

Para esto, los científicos realizaron experimentos que consistían en dos fases, en la primera fase entrenaron a 3 perros para que eligieran entre dos objetos de diferente temperatura uno caliente a 31°C y otro a temperatura ambiente, los colocaron a 1.6 metros de distancia. Los caninos no podían oler ni ver la diferencia de los dos objetos. Después, fueron probados con su habilidad en experimentos llamados doble ciego, los tres pudieron detectar y diferenciar los objetos calientes.

La segunda fase del experimento consistió en realizar escaneos cerebrales de 13 perros de diferentes razas mientras que se leche acercaba objetos que emitían radiación. Se detectó que la corteza llamada somatosensorial izquierda respondió ante estos estímulos y no hubo respuesta ante objetos con temperatura neutra.

Los científicos creen que esta gran habilidad es herencia de sus ancestro el lobo gris, que podía olfatear a sus presas de cuerpos calientes cuando estaba de cacería.

Al final concluyeron que la nariz de los perros es un órgano más sofisticado de lo que se pensaba, y esta habilidad solo puede servir para cacería a corta distancia, debido a que la señal térmica se debilita con la separación entre el perro y su presa.

Esta es la nueva habilidad que ha sido descubierta de nuestros amigos caninos, ahora ya tienes una razón más para amarlos.

Es estudio fue publicado en la revista Science.

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