Dada la evolución que han llevado las redes de comunicaciones hoy en día, las tareas de administración y supervisión de estas suelen llevar a los responsables de comunicaciones a trabajar de modo reactivo, tratando de resolver en poco tiempo, problemas de rendimiento de aplicaciones que han sido reportados por los usuarios.
No es fácil en un entorno distribuido, con aplicaciones alojadas en la nube privada, y otras en la nube pública, identificar si el problema se encuentra en alguno de los elementos que forman parte de la cadena de comunicación, si está en el proveedor de SaaS, si es un problema de mi proveedor de comunicaciones o si es un problema a nivel de red, tanto interno como en la salida a Internet.
Esta situación lleva a muchas organizaciones a disponer de soluciones de Wire Data, es decir, sondas de red capaces de identificar todas las aplicaciones, medir su rendimiento y proporcionar métricas de su calidad de experiencia. Una vez se entiende el comportamiento de la red se dispone de la información necesaria para poder actuar y mejorar los problemas de rendimiento.
Por un lado, resulta de vital importancia disponer de un sistema de control y gestión de aplicaciones. Para evitar cuellos de botella es necesario otorgar diferentes calidades y diferentes políticas de calidad de servicio a las aplicaciones según su naturaleza. Resulta de vital importancia, y más hoy en día, dado el nuevo escenario provocado por el COVID-19, asegurar que todas las aplicaciones de videollamada dispongan del caudal necesario para funcionar en tiempo real. Del mismo modo, si hubiera saturación en la red, conviene disminuir la prioridad de otros flujos menos prioritarios como pueden ser aplicaciones de correo, e incluso bloquear tráfico no deseado en la red, como Thor o Netflix, entre otros.
De otro lado, parte del éxito de Internet es debido al protocolo TCP. Ahora bien, en su diseño inicial no se tuvo en cuenta cómo iban a ser las redes en el futuro, por lo que no está optimizado para entornos actuales, llegando a ser especialmente notorio en entornos inalámbricos o de altas latencias o pérdidas donde el protocolo TCP provoca que no se pueda utilizar el total del caudal disponible, provocando limitaciones de rendimiento. Hasta ahora, las soluciones de optimización se entendían para mejorar el rendimiento WAN y precisaban de un equipo en el data center principal y otro equipo en cada extremo de la comunicación, en cada sede distante, puesto que tunelizaban las comunicaciones en un protocolo diferente. Esto hacía que dichos proyectos fueran extremadamente largos y costosos de implementar.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, Rafel Rasilla, Business Development Manager de Viewtinet propone una solución donde, desde un único appliance, se puedan dar respuestas a todas estas necesidades:
- Sonda de red, Viewtimon, capaz de identificar aplicaciones, disponer de KPIs de red y calcular medidas de calidad de experiencia. Además, permite la configuración de sniffer para hacer captura de paquetes de forma continua 24×7.
- Gestor de ancho de banda, Viewtify QoS, para otorgar diferentes prioridades y reglas de calidad de servicio para garantizar la eficiencia de las aplicaciones críticas.
- Y, optimizador TCP, Viewtify TCPO, capaz de acelerar todos los flujos TCP mejorando la velocidad de los flujos y la calidad de experiencia.