Las bebidas azucaradas afectan la comunicación de las bacterias intestinales y tu sistema inmunológico.

Créditos de las imagenes: Jonny Caspari .

El consumo de bebidas azucaradas, (suplementados con azúcar blanco), altera el ADN de las bacterias intestinales y afecta el sistema inmunitario del huésped.

¿La buena noticia?

Estos efectos son reversibles.

Los hallazgos de investigadores Naama Geva-Zatorsky, la estudiante de doctorado Noa Gal-Mandelbaum y otros miembros del equipo de Geva-Zatorsky se publicaron recientemente en Nature Communications.

Las bacterias intestinales son miembros importantes de la comunidad microbiana de nuestro cuerpo, es decir, del microbioma.

Estas bacterias, que han coevolucionado con los humanos durante generaciones, son tan esenciales para la salud humana en general y para el desarrollo del sistema inmunitario en particular que no podemos funcionar sin ellas.

El intestino humano se ve constantemente influenciado por los cambios del entorno.

Cambios genéticos rápidos

Para adaptarse, nuestras bacterias intestinales deben adaptarse rápidamente.

Lo hacen mediante un proceso llamado plasticidad funcional, que les permite modificar su comportamiento y funciones en respuesta a factores como los microbios cercanos, nuestro estado de salud y nuestra alimentación.

Un estudio previo del laboratorio Geva-Zatorsky descubrió que una forma en que las bacterias intestinales se adaptan a los cambios ambientales es mediante inversiones de ADN: cambios genéticos rápidos que les ayudan a responder y defenderse.

En su estudio actual, los investigadores investigaron cómo estas inversiones de ADN ocurren en respuesta a factores dietéticos.

Descubrieron que el consumo de refrescos, que contienen azúcar blanco, puede alterar el ADN de las bacterias intestinales y, a su vez, afectar el sistema inmunitario del huésped.

El estudio se centró en Bacteroides thetaiotaomicron, un miembro prominente del intestino que participa en la prevención de la inflamación intestinal, la preservación de la capa de moco intestinal y la protección del huésped de la invasión de patógenos.

El consumo de azúcar blanco

Los investigadores estudiaron los efectos del consumo de diferentes componentes dietéticos en el perfil de inversión de ADN de estas bacterias, in vitro, en ratones y humanos.

Descubrieron que el consumo de azúcar blanco causa inversiones de ADN en estas bacterias, lo que provocó cambios en los marcadores inflamatorios del sistema inmunitario, incluyendo los de las poblaciones de linfocitos T, la secreción de citocinas y la permeabilidad intestinal.

La buena noticia es que estos efectos son reversibles; una vez que los ratones dejaron de consumir azúcar blanco, el estado de inversión del ADN bacteriano se revirtió y el sistema inmunitario volvió a la normalidad.

Este estudio destaca la importancia de estudiar los complejos efectos de la nutrición en el microbioma y nuestro estado de salud, y los investigadores consideran que esto permitirá realizar recomendaciones dietéticas personalizadas a sujetos humanos para mejorar su sistema inmunitario y su salud en general.

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