Reducción del impacto del carbono de las TIC

El calentamiento global es una preocupación mundial, y cada individuo, corporación y país debe hacer su parte para combatirlo. Más que nunca, debemos tomar conciencia del impacto de nuestro comportamiento y avanzar hacia operaciones ecológicas y bajas en carbono, señala Joaquín Saldaña, director de Estrategia y Marketing Latam de Huawei México y hace el siguiente análisis. Hay muchas iniciativas y acuerdos globales, como los de la COP26; independientemente, es importante destacar las iniciativas de los operadores y proveedores de telecomunicaciones para establecer metas agresivas en sus operaciones para alcanzar la neutralidad de carbono.

Por un lado, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han demostrado ser un importante aliado para el ser humano. A muchos de nosotros nos permitió superar la pandemia aprovechando el comercio electrónico, el home office, el aprendizaje a distancia, el entretenimiento, etc. Por otro lado, estamos consumiendo cada vez más energía por el uso de las TIC, que representa el 4 por ciento. del uso global de electricidad, según GSMA, o Sistema Global para Comunicaciones Móviles. Afortunadamente, la tecnología ha evolucionado para ayudarnos en este esfuerzo, lo cual es una bonita paradoja.

Los operadores de telecomunicaciones de todo el mundo están estableciendo objetivos agresivos para reducir sus impactos de carbono, y los proveedores están invirtiendo en I + D para desarrollar tecnología ecológica para ayudar. Al implementar sitios para comunicaciones móviles, solíamos pensar en términos de oficinas centrales y refugios con grandes superficies y una gran demanda de refrigeración y energía; hoy en día, esas instalaciones se están reduciendo a gabinetes con menor huella y menores requerimientos de refrigeración y energía, y con capacidad adicional de comunicaciones; por ejemplo, proporcionando más y mejor comunicación (5G) con menos energía. Y la tecnología también está permitiendo pasar de gabinetes a equipos en postes, reduciendo aún más la necesidad de energía.

Esa es solo una parte de la respuesta general. Reducir las necesidades energéticas no es suficiente para superar el desafío. La generación, distribución, almacenamiento y consumo de energía también se están aprovechando de las TIC; en lugar de tener sistemas aislados independientes para cada una de esas fases con las TIC, específicamente la nube y la IA, se están desarrollando sistemas de gestión inteligente para crear flujos de vatios y flujos de bits que funcionan juntos. Por ejemplo, si una central móvil baja su tráfico, los sistemas de energía deberían reducir sus niveles en la misma proporción. Eso es posible hoy en día usando sistemas de inteligencia artificial que monitorean el tráfico de telecomunicaciones y funcionan en consecuencia en la fuente de alimentación, creando un círculo virtuoso. Las TIC también se están utilizando para mejorar la eficiencia de los sistemas.

Estamos trabajando en estas dos alternativas, reduciendo los requisitos de energía al reducir el espacio ocupado por los equipos y ajustando dinámicamente el suministro de energía de los equipos en el sitio en función de la demanda real.

Ahora hablemos de generación. La energía solar (PV, fotovoltaica) es una solución excelente y rentable para América Latina, pero está mal regulada; existe una falta de regulación relacionada con las especificaciones técnicas o los estándares del producto, o para tener mecanismos de AutoDetect y apagado para hacer que la generación fotovoltaica sea segura y confiable. Europa y China han hecho avances en la materia que la región latinoamericana podría tomar como modelo.

La generación de energía fotovoltaica es una alternativa muy atractiva que debe ser promovida e incentivada con políticas públicas por parte de los países de la región. La tecnología fotovoltaica es necesaria para hogares, campus, fábricas, centros de datos, redes, hospitales, escuelas, cobertizos de estacionamiento, edificios de oficinas/centros comerciales y almacenamiento/logística, y luego para realizar pueblos, ciudades, provincias y sociedades con cero emisiones de carbono. Se prevé que el sistema distribuido representará más del 40 por ciento de la nueva capacidad instalada en el mundo para 2025. Los incentivos fiscales y los subsidios pueden ayudar a esta tendencia y fomentar el despliegue de esta tecnología.

La otra iniciativa tomada por los proveedores es construir sistemas de reciclaje para dispositivos y productos relacionados. La recolección y el procesamiento de desechos electrónicos se ha vuelto primordial; como ejemplo, el año pasado Huawei recolectó y procesó más de 4.500 toneladas de desechos electrónicos. Esas son acciones de alto impacto que se pueden tomar en todas las industrias.

Como se dijo antes, las TIC pueden ayudar mucho a superar el gran desafío del cambio climático. Usemos las TIC, especialmente la nube y la IA, para mejorar la eficiencia, reducir las necesidades energéticas y poder disfrutar de nuestra vida en el planeta aprovechando lo que las TIC nos brindan en nuestra vida diaria.

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