Rusia compra en secreto electrónica occidental para la producción del Su-57.

Redacción Galaxia Militar.

A pesar de las sanciones occidentales, Rusia sigue adelante con la producción de aviones de combate de última tecnología, incluido el Su-57 de quinta generación. Según Frontelligence Insight, especializada en investigaciones OSINT, las empresas rusas están encontrando formas de acceder a equipos occidentales de alta tecnología, eludiendo las restricciones impuestas tras el conflicto en Ucrania.

Un actor destacado en este esfuerzo es Mikropribor, un fabricante ruso. Esta empresa participa especialmente en el programa de desarrollo del Su-57. La investigación ha revelado que Mikropribor adquirió equipos para estaciones de trabajo automatizadas con el fin de ayudar en la calibración y las pruebas de laboratorio de dispositivos especializados como el MPPU-50, que son vitales para las comunicaciones por satélite y los sistemas de radar.

La investigación del equipo de Frontelligence Insight también descubrió que Rusia se hizo con una máquina CNC Siemens KLE 360 de fabricación alemana, cuyo contrato se firmó en julio de 2022, mucho después del inicio de la invasión a gran escala por parte de la Federación Rusa.

El Su-57 es el caza ruso de quinta generación más avanzado, diseñado para ofrecer versatilidad en los escenarios de combate más exigentes. Dotado de capacidades furtivas, vuelo supersónico sin postcombustión y un sofisticado sistema de control de armamento, rivaliza con los principales cazas occidentales, como el F-22 Raptor y el F-35 estadounidenses. Este avión no sólo mejora las capacidades de combate de Rusia, sino que también refuerza su influencia geopolítica. Con su diseño orientado al combate aéreo, la intervención en objetivos terrestres y la recopilación de inteligencia, el Su-57 es un activo vital para las Fuerzas Aéreas rusas.

Dado el impacto de las sanciones occidentales, avanzar y mantener la producción del Su-57 es una prioridad estratégica para Rusia. La aviónica moderna, los sistemas de radar y otros componentes de alta tecnología son cruciales para su eficacia en combate, lo que subraya el compromiso de Rusia de asegurar estas piezas, incluso si ello significa sortear las restricciones.

¿Qué es el MPPU-50 y qué relación tiene con el Su-57?

El MPPU-50 es un dispositivo de radar especializado que se utiliza para calibrar y probar los sistemas de comunicación por radar y por satélite en la aviación militar. Aunque el MPPU-50 no se instala directamente en el Su-57, es crucial para probar y poner a punto los sistemas esenciales de comunicación y radar que pueden integrarse en la aeronave. Estos sistemas de radar son vitales para cazas polivalentes como el Su-57, ya que les permiten detectar y seguir objetivos enemigos a larga distancia, incluso en condiciones meteorológicas adversas.

Por eso, equipos como el MPPU-50 y máquinas como la Siemens KLE 360 tienen un valor incalculable para el complejo de defensa ruso. Forman parte integral del desarrollo y la verificación de la aviónica, garantizando que los aviones modernos puedan rendir al máximo de sus capacidades.

El papel de los satélites en el sistema de comunicaciones del Su-57

Los sistemas de comunicación del Su-57 se basan en tecnologías de vanguardia, con enlaces por satélite que permiten el intercambio de información en tiempo real con estaciones terrestres y otras aeronaves. Esta comunicación por satélite es crucial para la coordinación del combate, el intercambio de inteligencia y el control a larga distancia de los sistemas de armas. Al potenciar el papel del Su-57 en las operaciones centradas en la red, estos sistemas permiten que varias unidades funcionen a la perfección dentro de una única red de combate.

Herramientas como el MPPU-50 desempeñan un papel vital en la calibración y prueba de estos sistemas de comunicación. Garantizan que la aeronave pueda mantener conexiones estables en escenarios de combate en los que la fiabilidad de las comunicaciones es absolutamente esencial.

Elusión de sanciones mediante productos de doble uso

La producción de aviones de combate de vanguardia como el Su-57 exige tecnologías sofisticadas. Sin embargo, debido a las sanciones, estas tecnologías están a menudo fuera del alcance de Rusia. Para sortear estos obstáculos, las empresas rusas recurren a menudo a productos de doble uso, es decir, tecnologías que sirven tanto para fines civiles como militares. Estos artículos se venden en el mercado civil, pero son esenciales para las aplicaciones militares.

Por ejemplo, las máquinas CNC. La Siemens KLE 360 es fundamental para la fabricación precisa de piezas de aviones. Aunque estas máquinas son habituales en sectores como la automoción y la medicina, son cruciales para crear componentes clave para aviones militares.

¿Qué más se necesita para producir el Su-57?

La producción del Su-57 va más allá de las máquinas de calibración y los equipos CNC. Requiere una serie de componentes de alta tecnología, como sistemas de radar y sensores infrarrojos para el seguimiento de objetivos. Los materiales compuestos avanzados también son esenciales para reducir el peso y mejorar las capacidades furtivas del avión. Además, los sistemas digitales de control de vuelo desempeñan un papel clave. Juntas, estas tecnologías de vanguardia forman la «columna vertebral» del caza, permitiéndole afrontar una gran variedad de misiones de combate.

Sin embargo, Rusia se enfrenta a dificultades para asegurar estos componentes cruciales, en gran parte debido a las sanciones. Esta lucha es particularmente evidente cuando se trata de electrónica y materiales avanzados que son vitales para la aviación moderna.

Sanciones y lagunas

Los datos de Frontelligence Insight arrojan luz sobre el reto al que se enfrentan los países occidentales para detener por completo el flujo de tecnología a Rusia. Mientras que las sanciones pretenden limitar el acceso de Rusia a equipos cruciales, las lagunas y los laxos controles a la exportación permiten a las empresas rusas adquirir tecnología occidental, incluidas máquinas CNC alemanas. Esto plantea una pregunta: ¿Cómo pueden reforzarse los controles sobre los productos de doble uso?

Para contrarrestarlo, Occidente podría aplicar normativas de exportación más estrictas y mejorar la coordinación entre los países que aplican sanciones. Un ejemplo de éxito es la restricción de las ventas de semiconductores de alta tecnología, que ha obstaculizado considerablemente la industria electrónica rusa. Sin embargo, la ejecución eficaz de estas medidas exige una cooperación mundial y una supervisión más estricta de las licencias de exportación.

¿Cuáles son las implicaciones para la seguridad en Ucrania y en la región?

La modernización del ejército ruso, que incluye aviones como el Su-57, plantea importantes retos para la seguridad de la región. Para Ucrania, que ya tiene que hacer frente a la agresión rusa, estas armas avanzadas podrían complicar el panorama de amenazas si Rusia elude las sanciones para progresar en sus capacidades militares.

La continuación de la modernización de la flota aérea rusa podría elevar las tensiones con los países vecinos y aumentar la inestabilidad regional. La mejora de la tecnología del Su-57 podría envalentonar a Rusia, desencadenando potencialmente nuevos conflictos y dificultando los esfuerzos de paz.

La comunidad internacional debe permanecer alerta y aplicar sanciones y otras medidas para disuadir estos escenarios, garantizando la seguridad y soberanía de las naciones cercanas a Rusia.

¿Existen ejemplos de operaciones exitosas contra estas «puertas traseras» rusas?

En los últimos años, la comunidad internacional ha tomado medidas audaces para restringir el acceso de Rusia a la tecnología avanzada, centrándose en colmar las «lagunas» en el control de las exportaciones. La Unión Europea y Estados Unidos han estado a la vanguardia, colaborando estrechamente para endurecer las sanciones sobre tecnologías militares vitales.

En un caso notable de evasión de sanciones, periodistas de investigación y expertos descubrieron una trama que canalizaba semiconductores avanzados desde Asia Oriental al sector militar ruso. A raíz de estas revelaciones, países como Japón y Corea del Sur han revisado y reforzado sus controles sobre la exportación de tecnologías sensibles para evitar que caigan en manos rusas.

Además, el descubrimiento de redes que traficaban con productos de doble uso dio lugar a una acción internacional, con numerosas empresas sancionadas y suministros de equipos críticos interrumpidos temporalmente. Estos incidentes ponen de relieve el poder de la cooperación mundial y de las medidas proactivas para hacer cumplir las sanciones internacionales. Mientras Rusia sigue buscando formas de adquirir tecnología, estas acciones ilustran la determinación de la comunidad mundial de desbaratar los esfuerzos de modernización militar de Rusia.

B.Nikolov

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