Un experto militar de EE. UU. explica la victoria de las armas chinas contra el Rafale indio.

Según el experto en defensa y China Michael Dahm, la clave del derribo de al menos un caza Rafale indio por parte de Pakistán durante los

Foto: Un J-10 chino disparando ráfagas de cohetes durante una demostración.

Un J-10 chino disparando ráfagas de cohetes durante una demostración.

Por Jesús Díaz

Según el experto en tecnología militar china Michael Dahm, la clave del derribo de al menos un caza Rafale indio por parte de Pakistán durante los recientes enfrentamientos en Cachemira no residió en una supuestsa superioridad tecnológica del J-10 sobre el Rafale o en el misil PL-15 chino sobre el Meteor francés, sino en la integración efectiva de sistemas en la ‘cadena de eliminación’, los flujos que rigen las redes de armas integradas usadas por algunos países en la guerra moderna.

La conclusión del analista del ‘think tank’ Mitchell Institute for Aerospace Studies de Estados Unidos, coincide con el análisis de la revista oficialista China Space News, organismo afiliado a las fuerzas militares chinas, que describen su ‘cadena de eliminación’ como el sistema ABC. Tanto los chinos, como Dahm y el Pentágono coinciden en la idea de que las guerras modernas se deciden en redes inteligentes, no en la potencia aislada de su armamento.

La ‘cadena de eliminación’

Dahm desglosó en tres pasos el proceso en un podcast reciente, como recoge la revista militar estadounidense Air & Space Forces: radares terrestres paquistaníes (posiblemente sistemas de misiles tierra-aire chinos HQ-9P) detectaron al Rafale. Un caza J-10CE —de fabricación china— lanzó misiles PL-15E desde una distancia segura. Finalmente, aviones de alerta temprana ZDK-03 guiaron las municiones hasta impactar en su objetivo. Todo ello conectado en una red para compartir datos en tiempo real entre todos esos elementos. Fue un ataque más allá del alcance visual, probablemente con misiles PL-15 de exportación, con alcance de 148 kilómetros, apunta Dahm. “El relato no trata de si el J-10 es mejor que el Rafale, sino de cómo Pakistán integró sus sistemas frente a la descoordinación india”, subrayó el analista. En EE. UU., al sistema ABC le llaman Combined Joint All Domain Command and Control (CJADC2).

Foto: Un J-10C de las Fuerzas Aéreas de Pakistán. (PAF)

Aunque India adquirió los Rafale con misiles Meteor —’bestias’ con alcance de 200 kilómetros y velocidad Mach 4, como las describe Dahm— no hay confirmación de que el caza derribado los portara durante el enfrentamiento. Los restos del Rafale hallados en Pakistán incluían un misil infrarrojo de corto alcance, pero ningún Meteor. Pudo llevar uno y dispararlo, o quizá no lo tenía. India no lo ha aclarado. Esto no nos dice nada sobre la tecnología china frente a la occidental. Pero, aunque quizás el resultado de la batalla hubiera sido diferente si lo hubiera llevado, lo más probable es que el desenlace hubiera sido el mismo o similar gracias a la cadena de eliminación china.

India, con una fuerza aérea más numerosa, sufre por su mezcla de tecnología occidental, israelí, rusa y local, algo que dificulta la interoperabilidad. Pakistán, en cambio, ha estandarizado el 80% de su equipo con sistemas chinos, según el Instituto SIPRI. “La combinación de radares, cazas y aviones de alerta temprana chinos creó una red cohesionada”, dice Dahm.

La sombra de la guerra electrónica y las advertencias a Occidente

El experto también dice que Pakistán habría reconvertido aviones ZDK-03 chinos en plataformas de guerra electrónica, con capacidad para alterar comunicaciones o radares enemigos, aunque se desconoce si se usaron en este choque.

Foto: Aviones Rafale (Dassault)

EE. UU. debe andarse con ojo, afirma Dahm: “Si [el CJADC2] no se implementa con eficacia, podríamos enfrentarnos a desafíos similares a los de India”, advirtió Dahm. La capacidad china para exportar redes de combate cohesionadas a aliados podría multiplicar riesgos en escenarios como el Indo-Pacífico o Ucrania, donde drones y misiles baratos, pero bien coordinados, desafían equipos avanzados pero fragmentados.

Como ya señaló China Space News, los conflictos actuales premian a quienes unifican radares, cazas y drones en una sola red. Mientras China perfecciona este modelo, Estados Unidos y sus aliados deben elegir: priorizar la interoperabilidad o arriesgarse a que tecnología superior, pero desintegrada, se vuelva obsoleta ante enemigos mejor organizados. La advertencia de Dahm es clara: “En la guerra moderna, lo difícil de cuantificar —tácticas, entrenamiento, coordinación— suele decidir el resultado”.

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