¿Una Forma De Inyectar Oxígeno Directamente En El Torrente Sanguíneo?

El Redactor: Sandra F.

Los seres humanos necesitamos oxígeno para sobrevivir: una taza por minuto, de hecho, según WebMD. Esto se debe a que el oxígeno en la sangre ayuda a la producción de energía. En individuos sanos, no hay escasez de oxígeno. Sin embargo, cuando no podemos obtener la cantidad que necesitamos, nuestro cuerpo empieza a sufrir rápidamente la falta de oxígeno. Esto puede ocurrir cuando sufrimos alguna lesión o tenemos alguna enfermedad, como el COVID-19.

Los traumatismos pulmonares agudos, que pueden causar daños en los pulmones, también pueden provocar la falta de oxígeno.  Incluso unos pocos minutos de falta de oxígeno a nivel de los tejidos -donde no llega suficiente oxígeno al torrente sanguíneo- pueden dañar el cerebro y otros órganos, e incluso causar la muerte.

En los casos graves, los pacientes que tienen dificultades para respirar son conectados a respiradores para obtener suficiente oxígeno. Sin embargo, estas máquinas son escasas y pueden causar infecciones y lesiones en los pulmones. Vimos que esto ocurría con frecuencia durante la pandemia de COVID-19.

Otra opción es una máquina de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), que transporta la sangre del paciente fuera del cuerpo para poder añadir oxígeno y eliminar el dióxido de carbono. Ahora, puede haber una solución mejor. Científicos del Hospital Infantil de Boston afirman haber desarrollado un dispositivo capaz de inyectar oxígeno directamente en el torrente sanguíneo por vía intravenosa.

Los investigadores aún no han probado el dispositivo en humanos, pero sí en ratas.

“Si tiene éxito, la tecnología descrita podría ayudar a evitar o disminuir la incidencia de las lesiones pulmonares relacionadas con la ventilación por hipoxemia refractaria”, escriben los investigadores en su nuevo artículo publicado en la revista PNAS.

¿Cómo funciona la nueva técnica?

La inyección directa de oxígeno en el torrente sanguíneo es arriesgada porque se crea una burbuja de aire que puede bloquear el vaso sanguíneo. Esto puede ser a menudo fatal. La nueva tecnología pretende superar este problema. Los científicos afirman que el dispositivo experimental funciona dirigiendo el líquido cargado de oxígeno a través de una serie de boquillas de tamaño decreciente que se hacen cada vez más pequeñas.

Al finalizar este procedimiento, las burbujas son más pequeñas que los glóbulos rojos. Así pueden inyectarse en el torrente sanguíneo sin bloquear los vasos sanguíneos. El estudio señala además que las burbujas están recubiertas de una “membrana lipídica” similar a la de las células del cuerpo.

Esta membrana impide que las burbujas se fusionen para crear una más grande y evita las toxicidades relacionadas con el material. Una vez inyectada la solución, el material se disuelve y se libera el oxígeno. En los experimentos realizados con sangre humana donada, los niveles de saturación de oxígeno en sangre pasaron del 15% a más del 95% en pocos minutos. Cuando el estudio se realizó con ratas vivas, el proceso aumentó la saturación del 20 al 50 por ciento.

Los investigadores afirman que estos dispositivos les permiten controlar la dosis de oxígeno suministrada y el volumen de líquido administrado. Ambas cosas son vitales en el tratamiento de los pacientes en estado crítico, escriben. Aunque se trata de un avance importante, hay que recordar que el experimento aún no se ha realizado en seres humanos. Inyectar oxígeno en el cuerpo de este modo puede resultar complicado si se añade de forma incorrecta o si se añade demasiado o muy poco.

Es probable que el equipo pruebe ahora su inyección de oxígeno en animales más grandes antes de pasar a los ensayos en humanos. De cara al futuro, cabe esperar que este nuevo dispositivo pueda utilizarse para mantener con vida a las personas que no pueden respirar, proporcionándoles el oxígeno que les salva la vida cuando los respiradores no están disponibles. También puede preparar mejor el cuerpo para ser puesto en ECMO.

Los autores del estudio confían en que su dispositivo podría “integrarse potencialmente en los ventiladores existentes, lo que permitiría una perfecta integración en los flujos de trabajo clínicos existentes”. Creen que los pacientes a los que se les inyecta la solución de su inyección pueden recuperar niveles de oxígeno en sangre casi normales en cuestión de segundos. Esto puede reducir drásticamente la incidencia de lesiones orgánicas y paradas cardíacas. Otros científicos que han estudiado el trabajo afirman que el equipo de investigación debe hacer que el dispositivo sea más fiable y garantizar que proporcione al menos 10 veces más oxígeno.

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