Una investigación encontró electrones moviéndose en lo que pareciera ser la cuarta dimensión.

Luis Arana

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Desde la secundaria nos enseñan todo sobre los modelos atómicos, muy escuetamente pero lo enseñan. Hay unas partículas: Los electrones. Esas diminutas partículas que forman la esencia misma de la materia, otra vez ha dado sorpresas a la comunidad científica, moviéndose a velocidades que rozan la velocidad de la luz, y no en el espacio tridimensional al que estamos acostumbrados, estos electrones parecieran moverse en lo que pareciera ser un enigmático espacio de cuatro dimensiones. Lo que antes parecía ciencia ficción, hoy es una realidad que está sacudiendo todo lo que sabemos de la física cuántica.

Un equipo de físicos, encabezado por el Dr. Ryuhei Oka de la Universidad de Ehime en Japón, ha logrado un avance sin precedentes al observar electrones moviéndose a velocidades ultrarrápidas en un espacio de cuatro dimensiones. Este descubrimiento pone a actualizar nuestras concepciones actuales sobre la naturaleza de la materia, solo imagina, cuántas posibilidades tecnológicas y científicas podremos crear.

Pero volvamos al estudio, resulta que para llevar a cabo este experimento, los científicos se centraron en un material especial conocido como bis(etilenditio)-tetratiafulvaleno, un polímero superconductor. Lo que encontraron fue verdaderamente algo que no se había visto antes: electrones de Dirac, partículas que se caracterizan por no tener masa, permitiéndoles alcanzar velocidades increíbles. Estos electrones, además de moverse en las tres dimensiones espaciales que conocemos, también se mueven a través de algo que los expertos han denominado la «dimensión energética«, un espacio donde el tiempo y la energía se entrelazan de una manera completamente nueva.

Pero ¿qué aplicaciones podremos tener de este experimento?

Los electrones de Dirac están estrechamente relacionados con los materiales topológicos, materiales con propiedades IMPRESIONANTES que podrían revolucionar la tecnología del futuro sin lugar a dudas. Sin embargo, estudiar estos electrones no es tarea fácil. Su coexistencia con los electrones normales hace que su detección y medición todavía sean todo un reto para la ciencia.

Pues para superar este obstáculo, los científicos emplearon una técnica innovadora llamada resonancia de espín electrónico. Esta técnica les permitió observar cómo los electrones interactúan con un campo magnético, aprovechando la distribución giratoria de carga de los electrones para distinguirlos de sus contrapartes estándar. Lo que descubrieron fue precisamente a qué velocidad se mueven estos electrones descubriendo que en efecto NO ES CONSTANTE, ¡sino que varía en función de factores como la temperatura y el ángulo del campo magnético!

Las posibilidades podrían ser diversas, electrones moviéndose en la cuarta dimensión vendría a revolucionar el campo de la física. FUENTE: Getty images

Si todo sale bien, este descubrimiento nos dará una idea de cómo ver por nuestro futuro, con implicaciones que podrían transformar nuestra comprensión que teníamos del universo, pero a niveles subatómicos. La existencia de electrones de Dirac moviéndose en cuatro dimensiones nos obliga a replantearnos las leyes fundamentales que rigen el mundo cuántico.

Pero más allá de la pura investigación científica, este descubrimiento nos podría hacer empezar a crear tecnologías revolucionarias. Solo imagínate las posibilidades: dispositivos electrónicos ultrarrápidos, ordenadores cuánticos de última generación y materiales con propiedades aún desconocidas que podrían cambiar nuestra forma de interactuar con el mundo que nos rodea, smartphones en donde tu información llegue básicamente al instante, satélites que se pongan en órbita con una supercomunicación tan eficiente que no necesitarás nunca estar preocupado por si te llega la señal o no. Todo es posible.

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