El enigma de Colón: los especialistas empiezan a descifrar el ADN del descubridor
Zheng He, el explorador chino / @EMMA_TSEBE
Desde Heródoto, el padre de la historiografía, hasta Eileen Collins, primera mujer al mando de un transbordador espacial, son muchas las personas con nombre y apellidos que han terminado figurando en la lista de exploradores más grandes de la historia.
Entre ellos siempre aparece Cristóbal Colón, a quienes los especialistas empiezan descifrar el ADN del descubridor. Y también Zheng He, el más grande de los viajeros chinos, pero cuyas andanzas han servido históricamente para poner en mayor valor aún si cabe lo conseguido por el genovés en su aventura desde tierras onubenses.
Porque, como recuerda César Mejía, «Colón llegó a América con 3 carabelas y 120 hombres cuando un siglo antes Zheng He navegaba hasta Brunei, Java, Tailandia, India, África y la península Arábiga con naves de mayor envergadura y 30.000 hombres»
Y la comparativa del tamaño de los barcos que usaron unos y otros se puede ilustrar perfectamente en la imagen que presenta @CrazilOG a través de su perfil en Twitter.
El explorador chino vivió entre 1371 y 1433, y llevó hasta siete expediciones en barco. Por el Sudeste Asiático, Indonesia, Ceilán, la India, el golfo Pérsico, la península Arábiga y el este de África. Bien es cierto que los viajes de Zheng He nunca tuvieron un espíritu conquistador ni expansionista como el de Colón, pero terminaron abriendo muchas puertas comerciales y de intercambio cultural y tecnológico a China.
El país asiático terminó convirtiéndose en país exportador de especias, té, seda, porcelana o pinturas y a China llegaban los mejores materiales para construir, nuevos combustibles y joyas preciosas muy valoradas.
Para explorar el Mundo Zheng He contaba con uno de los buques de madera más grandes jamás construidos. Impresionantes naves de 135 metros de eslora por 55 de manga, el doble que embarcaciones como las que dispuso Colón.
Barcos de cuatro cubiertas, capaces de acomodar hasta a 500 personas. Hablamos de embarcaciones con una asombrosa estabilidad para la época y armados con más de una veintena cañones con un alcance máximo de 250 metros por si recibían la inesperada visita de piratas.
La flota del tesoro, como se conocía a la gran expedición que comandaba siempre el almirante Zheng He, sobrevivió mientras tuyo el respaldo de los emperadores chinos, el último de ellos Xuande, cuya muerte dio paso a una época de aislacionismo en el imperio chino.