Un equipo de científicos descubrió que producen hasta cuatro veces más biomasa que la mayoría de los cultivos que actualmente cosechamos.
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Un reciente estudio global reveló que los bosques oceánicos se encuentran entre los ecosistemas más productivos de la Tierra. El equipo de investigadores, dirigido por el Dr. C. Albert Pessarrodona, de la Universidad de Australia Occidental (UWA, por sus siglas en inglés), concluyó que el Gran Bosque Marino Africano, en el extremo sur de África; y el Gran Arrecife del Sur de Australia producen hasta cuatro veces más biomasa que la mayoría de los cultivos que actualmente cosechamos, según revelaron, el pasado jueves, en un comunicado de la UWA.
«Descubrimos que, a diferencia de la tierra donde la productividad forestal alcanza su punto máximo en las selvas tropicales, la productividad en el mar alcanzó su punto máximo alrededor de las regiones templadas, que generalmente están bañadas en agua fría y rica en nutrientes», dijo Pessarrodona.
Aprovechar la inmensa productividad de las algas marinas podría ayudar a alcanzar la seguridad alimentaria mundial en el futuro, y el estudio proporciona información sobre dónde se puede esperar un mayor crecimiento al ampliar la acuicultura de algas marinas en las zonas costeras.
Los científicos recopilaron datos de cientos de estudios en más de 400 sitios y en 72 ecorregiones geográficas en todo el mundo, donde los buceadores han medido la productividad. Los hallazgos se utilizaron para modelar cómo cambia la productividad con variables como la temperatura, la luz, los nutrientes y la exposición a las olas. Su trabajo fue publicado en Science Advances el miércoles pasado.
«Descubrir exactamente cuánto crecen estos bosques ocultos en todo el mundo no fue una tarea fácil», dijo Pessarrodona. «En tierra, podemos usar satélites para medir el crecimiento de los árboles, pero las cosas bajo el agua son mucho más complicadas, ya que la mayoría de los satélites no pueden realizar mediciones en las profundidades en las que se encuentran los bosques de algas marinas», agregó.
Impacto en la mitigación del cambio climático
Los bosques oceánicos están formados por algas marinas, un tipo de alga parda que puede crecer hasta los 35 metros de altura. Las algas crecen capturando la energía del sol y el dióxido de carbono a través de la fotosíntesis. Dado que asimilan grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera, estos extensos bosques marinos podrían desempeñar un papel importantísimo en la mitigación del cambio climático.
Un estudio anterior, publicado en el mes de mayo, reveló que estos bosques oceánicos de macroalgas podrían tener una extensión global de 6,06 a 7,22 millones de kilómetros cuadrados (comparable con el área de la selva amazónica).