Por: Aura Ramírez
Stephen William Hawking, físico teórico británico, nació el 8 de enero de 1942 en Oxford, se convirtió en un genio en astrofísica, cosmólogo y dedicó su vida a la divulgación científica.
Estudió Matemáticas, Física Teórica y Física Cuántica, fue catedrático titular de la Cátedra Lucasiana de Matemáticas (Lucasian Chair of Mathematics) de la Universidad de Cambridge desde 1979 hasta su jubilación en 2009.
Hoy en día, es imposible pensar en agujeros negros sin que venga a la mente su nombre, ya que, en el 2004 propuso una nueva teoría acerca de ellos. Según Hawking, el universo está prácticamente lleno de pequeños agujeros negros y considera que estos se formaron del material original del universo.
Stephen Hawking dedicó su vida a entender las leyes que rigen el universo afirmando que el espacio y el tiempo tienen un principio y un final. Dentro de las múltiples aportaciones que hizo el astrofísico, también se le puede atribuir una predicción sobre uno de los temas más controversiales del momento, el uso de las inteligencias artificiales (IA).
Con la revolución tecnológica en pleno auge y la implementación de inteligencia artificial en más aparatos, muchas personas se han cuestionado ¿hasta qué punto se debe dejar que estos sistemas se implementen libremente?
Si bien, una inteligencia artificial está diseñada para facilitar las tareas de las personas, pareciera que, podría sustituir las actividades del humano y catastróficos escenarios de diversas películas donde las máquinas toman el poder, vienen a la cabeza de las personas.
El astrofísico también planteó su pensar sobre el uso de la inteligencia artificial en su libro póstumo y su afirmación fue contundente: «Podría acabar con la raza humana», dijo a la BBC.
«Breves respuestas a las grandes preguntas», es el libro que fue publicado a los meses de la muerte del astrofísico en el 2018, y en él se plantean una lista de cuestiones donde el Hawking abordó temas como la evolución tecnológica, hasta la creación del universo.
Uno de los temas tratados en su libro hace énfasis en las inteligencias artificiales. «Podemos enfrentarnos a una explosión de inteligencia que, en última instancia, resulte en máquinas cuya inteligencia supere a la nuestra en más de lo que la nuestra supera a la de los caracoles».
El astrofísico mencionó que este tipo de inteligencias debe funcionar siempre bajo la premisa de que los ordenadores debían ser siempre entrenados para cumplir con objetivos humanos.
Ciertamente, el gremio científico se encuentra dividido, generándose un constante debate sobre el peligro que conlleva el uso de la inteligencia artificial, para la misma existencia del ser humano. «Es tentador descartar la noción de máquinas altamente inteligentes como mera ciencia ficción, pero esto sería un error», expresó Hawking.
La inteligencia artificial puede ser acertada para diversas áreas y realización de tareas con mayor exactitud, sin embargo, existen proyectos en los que sería mejor dejar de lado a estos sistemas, según expertos.
Tengamos en cuenta que la creación de inteligencias artificiales y la operación de un ChatGPT podrían suponer el fin y la destrucción de miles de puestos de trabajo, trayendo consigo, terribles consecuencias.