Abogado, médico y exitoso analista de negocios: algunas de las proezas académicas de ChatGPT en pocos meses.

La curiosidad alrededor del potencial de esta herramienta ha provocado que sea sometido a diversas pruebas. Los resultados han sido objeto de asombro y han puesto al programa informático en la mira de la comunidad educativa.

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El laboratorio de inteligencia artificial (IA) OpenAI lanzó el pasado noviembre ChatGPT y desde entonces la polémica y preocupación por sus habilidades son cada día mayores. Y es que este nuevo ‘software’ capaz de generar textos sobre cualquier tema ha logrado desempeñar ciertas tareas propias de un profesional en cuestión de segundos.

En el transcurso de los dos últimos meses, la curiosidad alrededor del potencial de esta herramienta ha provocado que sea sometido a diversas pruebas, que incluyen la elaboración de ensayos universitarios, artículos periodísticos e incluso la resolución de exámenes y cuestionarios académicos. Los resultados han sido objeto de asombro y han puesto al programa informático en la mira de la comunidad educativa.

Aquí algunas de sus proezas más destacadas:

Ensayos erróneos, pero bien escritos

Poco después de salir a la luz, ChatGPT comenzó a ser aprovechado por estudiantes para sus tareas y trabajos escritos, una actividad que terminó siendo descubierta por profesores y calificada de plagio.

En la Universidad de Furman (Carolina del Sur, EE. UU.), Darren Hick, profesor de filosofía, atrapó a uno de sus estudiantes entregando un ensayo generado por IA. El estilo de escritura hizo sonar las alarmas porque, aunque incluía información errónea y sin sentido, estaba bien escrito, afirmó el maestro. Un caso similar sucedió en la Universidad del Norte de Michigan, donde otro académico, Antony Aumann, tuvo que confrontar a dos alumnos por la misma razón. El chatbot escribió con demasiada perfección y “mejor que el 95 %” de sus estudiantes, aseguró en una entrevista.

Obtiene la licencia médica de EE. UU.

Un artículo científico publicado en diciembre reveló que ChatGPT logró aprobar las tres partes de un examen para aspirantes a la obtención de la licencia médica en EE. UU. La calificación estuvo cerca del umbral de aprobación y la precisión fue moderada, pero el programa “demostró un alto nivel de concordancia y perspicacia en sus explicaciones”.

“Estos resultados sugieren que los modelos de lenguaje extenso pueden tener el potencial de ayudar con la educación médica y, potencialmente, con la toma de decisiones clínicas”, aseguraron los investigadores.

Resuelve un cuestionario de microbiología universitario

El doctor en microbiología Alex Berezow diseñó un cuestionario de 10 preguntas a manera de examen final para estudiantes de nivel universitario, y lo utilizó para saber más sobre la destreza de ChatGPT.

El también periodista científico planteó el contenido con la dificultad suficiente para obligar a la IA a demostrar si tenía el conocimiento lo suficientemente especializado y si tenía la capacidad de sintetizarlo, de ser conciso en sus respuestas y de “construir una solución matemática a un problema verbal de microbiología”.

“ChatGPT pasó con gran éxito. Si estuviera calificando el cuestionario, le daría un 95 %, que es mucho mejor de lo que probablemente obtendrían la mayoría de los estudiantes humanos”, concluyó.

ChatGPT: abogado y analista de negocios

Pese a no obtener calificaciones muy altas, ChatGPT obtuvo el puntaje suficiente en prestigiosos exámenes de posgrado de Derecho en la Universidad de Minnesota y en los de los cursos de gestión empresarial en la Escuela de Negocios Wharton, de la Universidad de Pensilvania.

El propósito de los investigadores era saber qué tan bien el ‘software’ podría arrojar respuestas. En la primera prueba, el bot logró una nota promedio no muy sobresaliente, mientras que en el segundo su desempeño mejoró. Desde Wharton destacaron el “trabajo increíble” respondiendo preguntas básicas de gestión de operaciones y análisis de procesos. No obstante, demostró menos destreza con tareas más avanzadas y cometió “errores sorprendentes” con matemáticas básicas.

Examen de MBA: un trabajo “asombroso”

Christian Terwiesch, también docente de Wharton, demostró que ChatGPT puede completar fácilmente el examen final de una materia básica típica de MBA (Máster en Administración de Empresas). Durante la prueba escrita del curso Gestión de Operaciones, el programa informático hizo un trabajo “asombroso” resolviendo las preguntas básicas y de análisis de procesos. “No solo las respuestas son correctas, sino que las explicaciones son excelentes”, aseguró.

El Terwiesch subrayó que, pese a la notable capacidad de automatizar con éxito algunas habilidades, “a veces comete errores”, tanto en “cálculos relativamente sencillos a nivel de matemáticas”, como en “preguntas de análisis de procesos más avanzados”. Sin embargo, puede “corregirse a sí mismo tras recibir una sugerencia adecuada de un experto humano”. Habría recibido una calificación entre notable y sobresaliente en el examen”, añadió.

El primer discurso escrito por IA en el Congreso de EE.UU.

El congresista estadounidense Jake Auchincloss le pidió a la herramienta de IA crear un escrito de 100 palabras sobre un proyecto de ley para la creación de un centro de IA entre Israel y Estados Unidos. Este miércoles, el demócrata de Massachusetts se convirtió en el primer legislador en leer un discurso hecho por IA en el Congreso tras pronunciarlo en la Cámara de Representantes.

Su propósito, más allá de ese precedente, era instar a sus colegas a no mostrarse hostiles a esta nueva tecnología, pero tampoco a esperar demasiado para redactar políticas para regularla. Es imperativo que la humanidad se haga cargo de la IA y la use para lo que es. Los políticos “deberían aprender la lección de las redes sociales, que crecieron desaforadamente sin ningún tipo de regulación desde el principio”, dijo.

“La IA me va a quitar el trabajo”

Henry Williams, un redactor profesional, quiso comprobar las habilidades creativas del chatbot y le pidió esta semana hacer un artículo sobre un tema específico de ‘marketing’. Pese a que su estructura era simple y con un “tono inhumano”, la sintaxis y gramática del informe eran “acertadas”, detalló.

Lo que más impresionó a Williams fue que ChatGPT tardó 30 segundos en lograr un escrito que a él le tomaría horas, y por el cual cobraría unos 600 dólares. “Estoy bastante seguro de que la inteligencia artificial me va a quitar el trabajo”, afirmó.

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