Varios problemas diferentes han llevado a su próximo cese de actividad
Planta de energía solar térmica de Ivanpah / adamkaz
Cadena SER29/04/2025 – 03:41 GMT-5
En 2014, en el desierto de Mojave (Estados Unidos) comenzó su actividad la que estaba considerada la mayor central termosolar del mundo en ese momento. Ivanpah fue lanzada como el futuro de la energía solar concentrada, o energía solar térmica, siendo todo un avance potencial y casi pionero por aquellas fechas, según explicaba CNN. Y es que, a diferencia de las centrales convencionales, esta podía suministrar electricidad incluso por la noche.
En la web Agrarheute escribieron sobre este tema y detallaban el funcionamiento de su sistema, que consistía en más de 300.000 espejos controlados por ordenador, teniendo instalados alrededor de 173.500 helióstatos que captaban el sol y dirigían los rayos hacia tres torres con tanques llenos de agua. Allí, la energía solar, con su calor, convertía dicha agua en vapor para impulsar una turbina que conseguía generar electricidad.
Con un tamaño de unos 13 km², la planta podía abastecer a unos 140.000 hogares y el desembolso para su construcción fue de alrededor de 2.180 millones de dólares, financiada en más del 50% con ayudas gubernamentales estadounidenses, que aportaron la friolera de 1.600 millones. Sin embargo, el éxito que se le presuponía después de su promoción y costos no se materializó y comenzaron a aparecer problemas de todo tipo, lo que ha llevado a que se anuncie su cierre poco más de una década desde el inicio de sus operaciones. Un pufo multimillonario que deja un gran agujero.

Vista aérea de la planta de energía solar térmica de Ivanpahin, desierto de Mojave / johnemac72
Problemas en Ivanpah
Aunque se vendió como una tecnología pionera, pronto se dieron cuenta de las complicaciones que venían de la mano, que fueron varias y muy diferentes. Una de ellas tuvo que ver con la ingeniería de su funcionamiento, pues las operaciones en la interacción de muchas de sus partes móviles se tornaron muy complejas, sobre todo en cuanto a la alineación de los espejos. Jenny Chase, experta en energía solar de BloombergNEF, comentó a CNN que «este tipo de sistemas son técnicamente difíciles de controlar», de lo cual pudieron dar fe pronto.
Y no es todo, sino que tenían un impacto medioambiental bastante alto. A pesar de que estamos hablando de energías que deberían de ser más limpias, lo que chocaba directamente con el entorno no es lo que se generaba, sino las consecuencias que tenían sobre las aves. Los ecologistas la tacharon como una trampa mortal para los pájaros debido a que el brillo de las placas atraía a muchos insectos y, por ende, también a las aves. En 2014, Die Welt ya hablaba sobre esto asegurando que «según los ambientalistas, en Ivanpah mueren cada año hasta 28.000 aves, literalmente asadas a la parrilla sobre espejos deslumbrantes».
Pero a este cúmulo de cosas se le unió la que fue la puntilla para esta central, que no tenía que ver ni con su funcionamiento ni con su impacto, sino con el desarrollo en el mercado. La aparición de la energía fotovoltaica tiene la culpa. Los módulos solares que se montan para esta tipología tienen un precio bastante más asequible en construcción e instalación, además, el avance en cuanto al almacenamiento energético hace que también se pueda operar durante la noche. De esta forma, ante la imposibilidad de competir con esos precios, el cierre de Ivanpah se ha programado para 2026 y se planean nuevos proyectos en la zona, como la construcción de un parque solar.