Juan Manuel Delgado.
FAT, exFAT, NTFS, APFS o Ext4: resolvemos todos los misterios de los sistemas de archivos
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Algunos sistemas de archivos están optimizados para ciertos tipos de dispositivos, como SSD, memorias USB o discos duros. Saber cuál es el más adecuado te permitirá gestionar tus datos de manera efectiva.
Si alguna vez te has enfrentado a la necesidad de formatear un pendrive, un disco duro o cualquier dispositivo de almacenamiento, sabrás que una de las primeras decisiones que debes tomar es elegir el sistema de archivos adecuado.
Cabe señalar que esta elección no es fácil, ya que de ella dependerá la compatibilidad del dispositivo con diferentes sistemas operativos, el tamaño máximo de los archivos que podrás almacenar e incluso el rendimiento del mismo.
Imagina que formateas tu memoria USB con un sistema de archivos que no es compatible con el sistema operativo que vas a utilizar. En el mejor de los casos, el equipo no mostrará los datos almacenados. En el peor, el sistema operativo ni siquiera lo reconocerá.
¿Qué son los sistemas de archivos?
En palabras sencillas, los sistemas de archivos son como el lenguaje que utilizan los dispositivos de almacenamiento para comprender y organizar los datos. Cada uno tiene su propia sintaxis y reglas, lo que significa que no todos son compatibles entre sí.
Sirven para almacenar y recuperar datos, en otras palabras, permiten al sistema encontrar y acceder a los archivos que necesites. Además, establecen una estructura jerárquica para los datos y carpetas para facilitar su localización.
También aseguran un uso eficiente del espacio disponible en el dispositivo de almacenamiento e implementan medidas de seguridad para evitar la corrupción de datos o pérdida de información.
Es importante mencionar que cada sistema operativo suele tener su propio sistema de archivos predeterminado, pero algunos equipos pueden admitir varios formatos. Windows tiene el NTS, macOS el APFS y Linux el Ext4. Si bien los mencionados anteriormente son los más comunes, existen otros sistemas de archivos.
FAT. Computer Hoy
El sistema de archivos FAT32 (File Allocation Table) es un formato veterano en el mundo de la informática, que se mantiene vigente por su sencillez y gran compatibilidad. Originario de MS-DOS, utiliza una estructura de tabla para rastrear la ubicación de los archivos en un disco.
Su diseño simple lo hace ideal para dispositivos con capacidades limitadas o que requieren una amplia compatibilidad. No obstante, no incorpora características más sofisticadas como los permisos de seguridad por archivo o el registro de transacciones, limitando su aplicabilidad en sistemas modernos.
La buena noticias es que es compatible con los sistemas operativos Linux, macOS y Windows, y lo mejor es que pueden leer y escribir de forma nativa sin la necesidad de contar con un software de terceros.
Además, es susceptible a la fragmentación, lo cual puede degradar el rendimiento del sistema. A pesar de estas limitaciones, FAT32 sigue siendo una opción confiable para ciertos usos gracias a su robustez y facilidad de implementación.
No obstante, los archivos individuales no pueden exceder el límite de 4 GB, y la partición debe ser inferior a 8 TB, es por esta razón que este sistema es adecuado para pendrives, pero no se recomienda para discos duros internos.
exFAT
El exFAT, o Tabla de Asignación de Archivos Extendida, es una versión mejorada del sistema de archivos FAT32 desarrollado por Microsoft. Introducido en 2006, resuelve algunas de las limitaciones al permitir tamaños de archivo y de particiones mucho mayores.
Este sistema es especialmente útil para dispositivos de almacenamiento extraíbles, como discos SSD externos y tarjetas SD, ya que ofrece una mejor compatibilidad con múltiples sistemas operativos.
Además, el exFAT mejora la eficiencia del espacio en disco al emplear tamaños de clúster más pequeños, lo que reduce el volumen de espacio desperdiciado en archivos más pequeños. Permite almacenar archivos superiores a los 4 GB.
Sin embargo, al igual que el FAT32, este puede sufrir de fragmentación, lo que puede afectar al rendimiento del sistema con el tiempo.
NTFS. Getty Images
NTFS es el sistema de archivos predeterminado para el sistema operativo Windows, conocido por sus capacidades avanzadas y su sólida seguridad. Diseñado para manejar grandes volúmenes de datos y archivos de gran tamaño, ofrece soporte para tamaños de archivo y partición significativamente mayores en comparación con sistemas de archivos más antiguos como FAT32.
Una de las características distintivas es su sólido modelo de seguridad, que permite establecer permisos de acceso a nivel de archivo y carpeta. Esto permite a los administradores controlar de manera precisa quién puede acceder, modificar o eliminar archivos y carpetas en el sistema, lo que garantiza la integridad y la confidencialidad de los datos.
Además, NTFS ofrece soporte para funciones avanzadas como cifrado de archivos, compatibilidad con TRIM, compresión y registro diario, que pueden mejorar la eficiencia y la seguridad. A pesar de sus numerosas ventajas, este sistema también tiene algunas limitaciones.
Aunque es compatible con Windows, el soporte con otros sistemas operativos como macOS y Linux es limitada, lo que puede dificultar el intercambio de archivos entre diferentes plataformas. Además, puede ser susceptible a errores de disco y fragmentación con el tiempo.
APFS. MacBook Air. Unsplash
Si eres usuario de productos de la marca Apple, es probable que estés familiarizado con el sistema de archivos APFS (Apple File System). Desarrollado para macOS e iOS, ha sido diseñado con el objetivo de optimizar tanto el rendimiento como la seguridad en los dispositivos de la manzana mordida.
Destaca por su capacidad para mejorar las operaciones de lectura y escritura de archivos gracias a técnicas innovadoras como la copia en escritura y el procesamiento optimizado de metadatos. ¿Qué significa esto para ti? Pues sencillamente una experiencia más fluida y rápida al interactuar con tu dispositivo, desde la apertura de aplicaciones hasta la transferencia de archivos.
Pero APFS no solo se preocupa por el rendimiento, sino también por la seguridad de tus datos. Con funciones avanzadas como sumas de comprobación de metadatos, comandos TRIM y contenidos de archivos, este sistema de archivos te brinda una capa adicional de protección contra posibles daños en tus datos.
No obstante, también tiene sus limitaciones, y una de las más destacadas es su compatibilidad limitada con sistemas operativos que no son de Apple. Esto significa que si necesitas compartir archivos con equipos que no sean de la marca, podrías encontrarte con ciertas dificultades.
Ext4. Computer Hoy
Otro de los sistemas de archivos más populares es Ext4, que es ampliamente utilizado en Linux. Con numerosas mejoras en rendimiento, escalabilidad y fiabilidad, se ha consolidado como una opción de referencia tanto para entornos de servidores como para sistemas de escritorio en todo el mundo.
Una de las características más destacadas es su capacidad para manejar grandes volúmenes de datos y archivos de gran tamaño. Esto lo hace especialmente adecuado para aplicaciones que requieren almacenamiento de datos a gran escala, como servidores o sistemas de almacenamiento en la nube.
Además, Ext4 ofrece características avanzadas como el registro diario, que asegura la integridad de los datos incluso en situaciones de cortes de energía o caídas del sistema, proporcionando una mayor tranquilidad para los usuarios en entornos críticos.
Otra ventaja es su eficiencia en la gestión del espacio en disco. Con soporte para tamaños de archivo y partición considerablemente mayores en comparación con sistemas de archivos más antiguos.
Ext4 también presenta algunas limitaciones. Una de ellas es su susceptibilidad a la fragmentación, un fenómeno que puede afectar al rendimiento del sistema con el tiempo. Aunque ha mejorado en este aspecto en comparación con su predecesor, este tema sigue siendo un desafío.
En conclusión, los sistemas de archivos son elementos fundamentales en cualquier sistema operativo, ya que determinan cómo se organizan y administran los datos. Desde los sistemas más antiguos como FAT hasta los más modernos como APFS, cada uno tiene sus propias características, ventajas y limitaciones.