¿Fin de la hegemonía china con las tierras raras? Todas las miradas, en la tetrataenita.

La aleación de hierro y níquel podría ser remplazo de los imanes ‘raros’

Se necesitará encontrar un proceso de fabricación comercialmente viable

La dependencia de China es alta: allí están los mayores depósitos de tierras raras.

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Foto: Dreamstime

¿Y si se pudieran fabricar ordenadores, paneles solares o coches eléctricos sin los metales procedentes de las tierras raras? La hegemonía de China, que domina el 80% del suministro mundial de estos materiales, podría quedar comprometida si se confirma como viable lo que unos científicos de la Universidad de Cambridge han descubierto.

El equipo, en el que también han colaborado científicos de Austria, ha dado con un método para fabricar los imanes propios de las tierras raras y que son fundamentales en muchas cadenas de montaje. En concreto, han encontraron una forma de hacer tetrataenita, una aleación de hierro y níquel, que podría reemplazar esos imanes y producirse a gran escala añadiendo fósforo. Las propiedades magnéticas son muy similares.

El dominio chino en este mercado -cuenta con los mayores depósitos de tierras raras del mundo- podría tener los días contados, pero aún es pronto para lanzar campanas al vuelo. Para que eso ocurra, además de tiempo (falta por comprobar, por ejemplo, si la tetrataenita podría ser adecuada para imanes de alto rendimiento) se necesitará encontrar un proceso de fabricación comercialmente viable.

En 2019, China amenazó con reducir las exportaciones de tierras raras como contraataque en la guerra comercial que libra con Washington. El presidente Joe Biden apostó a principios de año por redoblar los esfuerzos para aumentar la producción de materiales críticos y reducir la dependencia del gigante asiático, mientras que el servicio exterior de la Unión Europea (UE) ha advertido este mismo mes que el bloque debería diversificar las cadenas de suministro con el mismo objetivo.

Además del pulso tecnológico, la búsqueda de alternativas se centra también en acabar con el alto impacto ambiental que conlleva la minería de extracción de tierras raras; se necesita extraer mucha cantidad de material para obtener un pequeño volumen de este ‘tesoro’.

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