Las nuevas tecnologías permitieron resolver el misterio de ‘Virgen de la rosa’, conservada en el Museo del Prado de Madrid.
Inteligencia artificial descubre las pinceladas de una mano ajena en obra maestra de Rafael
‘Virgen de la rosa’, Rafael. Colección del Museo del Prado, Madrid.
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Un algoritmo de inteligencia artificial (IA) desarrollado por la Universidad de Bradford (Reino Unido) ha resuelto un debate de larga data entre los historiadores del arte acerca de la autoría de la célebre obra ‘Virgen de la rosa’, atribuida a Rafael.
El análisis de la IA, que reconoce la autenticidad de las obras del maestro renacentista con el 98 % de precisión, determinó que el cuadro no fue totalmente pintado por el artista. Si bien la mayor parte de la obra, en efecto, salió de la mano de Rafael, la cara de San José fue fruto del trabajo de alguno de sus aprendices.
El algoritmo examinó las pinceladas, los colores, las sombras y los patrones de la pintura, conservada en el Museo del Prado de Madrid, para detectar sutiles diferencias que pasarían desapercibidas al ojo humano. «La computadora ve mucho más profundamente que el ojo humano, a nivel microscópico», explicó el profesor Hassan Ugail, quien ideó el algoritmo.
Los resultados corroboraron las opiniones de los académicos que sostienen que la creación de ‘Virgen de la rosa’ involucró a otros artistas además de Rafael, aunque no se sabe a quién exactamente.
Algunos expertos en arte sugerían que su discípulo Giulio Romano tuvo que ver con los fragmentos que no son tan característicos de Rafael, y el análisis de la IA «apoya este discurso académico», señalaron los autores del respectivo estudio, publicado este jueves en la revista Heritage Science.
A pesar de que la colaboración entre los maestros y discípulos era común, rara vez se reconoce en el legado histórico-artístico. Además de arrojar luz sobre las prácticas de taller durante el Renacimiento, la nueva tecnología podría redefinir nuestra comprensión del arte antiguo y la contribución de los artistas anónimos que trabajaron junto con figuras históricas.
El trabajo de la Universidad de Bradford abre paso a una nueva época donde la inteligencia artificial se convierte en una herramienta esencial para desentrañar los secretos que guardan los lienzos de antaño. Este estudio representa un paso adelante en la apreciación y el entendimiento del proceso creativo colectivo en el arte renacentista.