Después del anuncio de su fabricación en serie del pasado 8 de enero y de pasar las últimas pruebas en marzo, el caza ‘invisible’ no tripulado
Foto: El espectacular Kizilelma es un caza autónomo con perfil de radar reducido que puede convertirse en el terror de los rusos en Ucrania
El espectacular Kizilelma es un caza autónomo con perfil de radar reducido que puede convertirse en el terror de los rusos en Ucrania
Por Jesús Díaz
Fuente: El Confidencial.
Después del anuncio de su fabricación en serie del pasado 8 de enero y de pasar las últimas pruebas en marzo, el caza ‘invisible’ no tripulado Kizilelma entrará por fin en servicio en 2026. El anuncio, hecho público en una entrevista con Haluk Görgün, presidente de la agencia de la industria de defensa turca, afirma que este sistema aéreo de combate comenzará sus operaciones militares con la Marina turca, sobre el portaviones TGC Andolu.
El Kizilelma—que podrá despegar y aterrizar de forma autónoma desde el Andolu—dotará a la Marina turca de una capacidad exclusiva que por ahora sólo EE. UU. y China tienen de forma experimental. El miembro de la OTAN afirma que su nuevo caza jugará un papel fundamental en el futuro del combate aéreo, disminuyendo su dependencia de tecnología extranjera. La compañía turca Baykar—el fabricante de drones como el famoso Bayraktar que ayudó a repeler la invasión rusa de Ucrania en los primeros compases del conflicto—tiene una estrecha relación con Kiev y usará sus motores para el nuevo avión, además de fabricarlo en un futuro próximo en nuevas instalaciones de ensamblaje en Ucrania.
Qué es el Kizilelma
La primera vez que vimos el concepto del Kizilelma fue en agosto de 2022. Fue presentado como un caza de combate a reacción supersónico, furtivo, y autónomo fabricado por Baykar, la compañía que construye los famosos Bayraktar TB2, el gran terror del Ejército de tierra ruso junto con las baterías de misiles Himars, y el dron bimotor pesado Akinci. En novimebre de aquel año, según el jefe de la empresa de defensa turca, comenzaron las pruebas de lo que parecía ser un arma letal y formidable.
La primera unidad del Kizilelma —que comenzó su desarrollo hace ya casi una década— realizó sus primeras pruebas en tierra en las pistas del centro de pruebas de vuelo y entrenamiento de Akinci, en el noroeste turco. Después de este primer éxito y múltiples vuelos de prueba, la compañía turca ha llegado por fin a la esperada puesta en marcha de la línea de montaje y pronto veremos las primeras unidades operativas sobre el terreno.
Kizilelma significa ‘manzana roja’ en turco, quizá por ser una fruta prohibida que hasta ahora estaba reservada a potencias de primer nivel como los Estados Unidos. Su diseño y especificaciones son impresionantes.
Según la compañía turca, el Kizilelma tiene tanta potencia de fuego como el MQ-9 Reaper de los EE. UU., pero cuenta con un motor a reacción que le permite volar a casi la velocidad del sonido en su primera versión. El plan es que la siguiente actualización ofrezca capacidad supersónica.
Los motores son precisamente uno de los aspectos más significativos del Kizilelma: la primera versión utiliza un motor turbofán Ivchenko-Progress AI-25TLT. Este motor ucraniano no tiene modo afterburner y no alcanza velocidad supersónica, pero la compañía turca afirma que las siguientes versiones estarán equipadas con un AI-322F que sí tiene afterburner y previsiblemente hará que este caza supere el Mach 1.
Vista del Kizilelma durante sus pruebas de rodaje en pista. (Baykar)

Aún sin el segundo motor, esta máquina es más rápida que el mejor y más potente de los drones actuales, el General Atomics MQ-20 Avenger de los EEUU. En su contra: no puede llevar tanto armamento como el Avenger —1.500 kilogramos de misiles y bombas contra 2.900 kilogramos— ni volar tan alto —con un techo de 12.000 metros contra los 15.240 metros del americano—. Esto no tiene importancia porque sus misiones serán diferentes. La ventaja del Kizilelma estará en su velocidad y en su bajo perfil de radar (aunque no entraría dentro de la categoría de avión invisible).
La conexión ucraniana
La conexión entre Baykar y el Gobierno ucraniano ya era clara antes, pero ahora lo es aún más. Según informó Reuters en 2022, Baykar abriría una fábrica en Ucrania, la primera fuera de territorio turco. Esta fábrica iba a abrir en 2024, aunque los medios ucranianos apuntan ahora a una finalización de la misma en 2025.
Momento del despegue del Kizilelma.

Los turcos utilizan ya la tecnología de propulsión a reacción desarrollada en Ucrania y además comparten una profunda aversión al Gobierno de Vladímir Putin. Según dijo el CEO de Baykar a la BBC, «nuestra amistad y cooperación con Ucrania ha continuado durante muchos años. Por lo tanto, no importa cuánto dinero se nos ofrezca, francamente (…). Todo nuestro apoyo está completamente del lado de Ucrania, porque tenemos una conexión muy fuerte, y Ucrania está experimentando ataques muy injustos, agresivos e infundados. Nada eclipsará nuestra cooperación con Ucrania, independientemente de la cantidad ofrecida, nuestra posición sobre este asunto es clara».
Compite directamente con tecnología de los EEUU y China.
Sin embargo, es una máquina mucho más sofisticada que el Avenger o el Predator de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. El caza turco es capaz de despegar y aterrizar de forma 100% autónoma, asegura Baykar, con la capacidad añadida de que puede despegar y aterrizar en pistas tan cortas que es apto para utilizarse desde pequeños portaaeronaves, incluso sin sistema de catapultas integrado, como el Juan Carlos I de la Marina española. La máquina, según el fabricante, también ha sido diseñada para ser furtiva, con un perfil de radar bajo y bahías de armas internas. El espectacular Kizilelma es un caza autónomo con perfil de radar reducido que puede convertirse en el terror de los rusos en Ucrania El Kizilelma también es un caza autónomo sorprendentemente sofisticado cuando lo comparas con máquinas norteamericanas de nueva generación como el Murciélago Fantasma —MQ-28 Ghost Bat, fabricado por Boeing—, el Kratos XQ-58 Valquiria y el Espada Oscura china —bajo estas líneas—, cuyo diseño es muy similar al caza turco.
La otra cuestión clave para los conflictos militares del futuro, donde los cazas autónomos volarán en grandes números en una guerra de desgaste donde ganará el que tenga la inteligencia artificial más avanzada y el mayor número de unidades, será el precio. Aún no se conoce, pero es previsible que sea más barato que sus rivales norteamericanos y muchísimo más barato comparado con el coste de un caza tripulado.