Científicos encuentran en el espacio cientos de estructuras misteriosas en el corazón de la Vía Láctea.

Lo que han encontrado en el espacio revoluciona y alerta a la ciencia

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Foto: Lo que han encontrado en el espacio revoluciona y alerta a la ciencia

En las profundidades del cosmos y el espacio, lejos del alcance de la cotidianidad humana, yace un espectáculo que desafía la comprensión ordinaria, revelando una vez más la vastedad y la maravilla del universo en el que residimos. Este espectáculo, aunque a primera vista podría ser confundido con una pieza de arte abstracto por su riqueza cromática y su composición dinámica, es, en realidad, una ventana al corazón de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea. Este descubrimiento en el espacio, fruto de la dedicación y la curiosidad de un grupo de astrofísicos estadounidenses, nos lleva más allá de los límites de nuestro sistema solar hacia un reino apenas imaginado.

En una odisea científica que desvela los secretos del universo, estos científicos han tropezado con una asombrosa congregación de estructuras en el núcleo de la Vía Láctea. Se sabía de la existencia de filamentos magnéticos suspendidos en el vacío cósmico; sin embargo, recientes investigaciones han sacado a la luz una nueva población de estas estructuras, revelando su orientación hacia el bulbo galáctico.

Lo que distingue en el espacio a nuestra Vía Láctea a estos nuevos hallazgos de las estructuras previamente identificadas por Farhad Yusef-Zadeh, astrofísico de la Universidad Northwestern en los años 80, es su disposición y tamaño. Mientras que las antiguas se encontraban dispuestas verticalmente, como gigantescas estalactitas celestiales que colgaban cerca de Sagitario A*, el supermasivo agujero negro en el centro de nuestra galaxia, los recién descubiertos filamentos se extienden horizontalmente, abarcando el espacio como los radios de una bicicleta, emanando desde el mismo centro galáctico.

Estos nuevos componentes, aunque más breves, presentan un panorama en el espacio que evoca a los puntos y guiones del código Morse, dibujando un enigma estelar alrededor de un lado de Sagitario A*. El equipo de Yusef-Zadeh se encontró frente a un descubrimiento sorprendente, una nueva población de estructuras que apuntaban hacia el abismo central de la galaxia, lo cual, en palabras de la Universidad Northwestern, representó un momento de asombro y revelación científica.

El misterio en el espacio de nuestra Vía Láctea

La sorpresa en nuestra Vía Láctea fue mayúscula cuando Yusef-Zadeh, al frente del estudio, contempló por primera vez estas formaciones. La meticulosidad de su trabajo científico les permitió establecer la autenticidad de su descubrimiento, revelando que estas formaciones no eran aleatorias, sino que parecían estar intrínsecamente ligadas a la dinámica del agujero negro central.

Este avance no solo agrega en el espacio un nuevo capítulo al estudio del cosmos, sino que también promete profundizar nuestro entendimiento sobre la rotación del agujero negro y la orientación de su disco de acreción, proporcionando un orden insospechado dentro de la complejidad del núcleo galáctico.

Espacio galaxia

Esta imagen en mosaico del centro de la Vía Láctea en el espacio revela misteriosas hebras magnéticas en forma de grandes barras verticales. Universidad del Noroeste/SAORO/Universidad de Oxford

El centro de la galaxia de nuestra Vía Láctea en el espacio, situado a unos 25.000 años luz de la Tierra, ha sido objeto de estudio de Yusef-Zadeh durante cuatro décadas. Tras años de investigar los filamentos verticales, el descubrimiento de sus contrapartes horizontales, que datan de aproximadamente 6 millones de años, marcó un hito en su carrera.

«Fue una sorpresa encontrar de repente una nueva población de estructuras que parecen apuntar en dirección al agujero negro», admitió Yusef-Zadeh. «En realidad me quedé atónito cuando los vi. Tuvimos que trabajar mucho para establecer que no nos estábamos engañando a nosotros mismos. Y descubrimos que estos filamentos no son aleatorios sino que parecen estar ligados al flujo de salida de nuestro agujero negro. “Al estudiarlos, podríamos aprender más sobre el giro del agujero negro y la orientación del disco de acreción. Es satisfactorio encontrar orden en medio de un campo caótico del núcleo de nuestra galaxia».

Los nuevos y los viejos filamentos en nuestra Vía Láctea en el espacio comparten la característica de ser unidimensionales y visibles mediante ondas de radio, relacionados con los eventos que ocurren en el corazón galáctico. Sin embargo, difieren en orientación, tamaño y naturaleza. Los filamentos verticales, que pueden extenderse hasta 150 años luz, contrastan con los horizontales, de apenas cinco a diez años luz de largo. Los primeros se erigen perpendiculares al plano galáctico, mientras que los últimos se alinean paralelamente, apuntando hacia el núcleo galáctico.

La atribución de estos descubrimientos a las avanzadas tecnologías de radioastronomía en el espacio, en particular al telescopio MeerKAT del Observatorio de Radioastronomía de Sudáfrica, subraya el impacto de la innovación tecnológica en la exploración espacial.

Fuente: https://diariodeavisos.elespanol.com/canariasenred/cientificos-encuentran-en-el-espacio-cientos-de-estructuras-misteriosas-en-el-corazon-de-la-via-lactea/

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