Las avispas, las arañas y las cucarachas pueden ser espeluznantes, pero estas 3 pronto podrán revolucionar la investigación médica. Debemos admitirlo, la mayoría de las personas tienen una relación difícil con la mayoría de los artrópodos. Una de las fobias más comunes en el mundo es la aracnofobia, que es el miedo a las arañas (y otros arácnidos, como los escorpiones), por lo que esa relación se ha ido decreciendo antes de tener la oportunidad de comenzar. La historia con los insectos es muy similar: consideramos que muchos de ellos son plagas, y el resto son solo algunas criaturas extrañas que viven en el mismo planeta que nosotros. Poco sabíamos que estos bichos pueden ser la clave para la investigación médica del futuro.
1. Arañas
Aunque la investigación de los arácnidos en el campo de la medicina aún se encuentra en fase de desarrollo, los científicos lograron aislar dos recursos principales (el veneno de araña y la seda de araña) que podrían transformar la forma en que tratamos ciertas afecciones.
El veneno de araña, en particular, ha sido probado como un tratamiento experimental del dolor causado por el SII (síndrome del intestino irritable), así como una sustancia que podría tratar las convulsiones epilépticas.
Más específicamente, un equipo de investigación australiano ha logrado aislar una proteína del veneno de una especie de tarántula, Heteroscodra maculata, que puede bloquear las señales de dolor de los intestinos al sistema nervioso central. Luego, los investigadores desarrollaron un tratamiento que demostró inhibir el dolor relacionado con el SII, al menos en modelos animales. Un grupo de investigación australiano diferente examinó cómo un péptido aislado del veneno de araña puede potencialmente ayudar a tratar las convulsiones en el síndrome de Dravet, un tipo grave de epilepsia que se caracteriza por una sensibilidad extrema a las altas temperaturas.
La seda de araña es el material biológico más resistente del planeta, sin mencionar que es muy flexible y liviano, no es de extrañar que los investigadores estén considerando su potencial para ser utilizado en suturas y vendajes, así como en dispositivos médicos y prótesis. Un equipo de investigación con sede en la Universidad de Massachusetts Lowell promete crear una nueva generación de materiales a base de seda de araña que pronto podrán transformar no solo los suministros médicos sino también los equipos de protección y deportivos.
2. Cucarachas
Las cucarachas pueden ser una plaga en tu mente, y definitivamente son, pero la ciencia médica encontró un uso incluso para estas espeluznantes criaturas. Algunos investigadores planean usarlas como una alternativa más barata a los animales de laboratorio comunes, como los ratones, en algunos experimentos, mientras que otros afirman que el cerebro de la cucaracha puede ser el secreto para el tratamiento de las bacterias resistentes a los antibióticos.
De hecho, en China, hay granjas de cría de cucarachas, ya que se cree que las cucarachas trituradas pueden tratar los problemas gastrointestinales. Además, un equipo de investigación en el Reino Unido descubrió que los cerebros de las cucarachas y las langostas contienen al menos 9 compuestos diferentes que podrían matar bacterias resistentes a los medicamentos.
Los investigadores esperan que uno de estos compuestos sea la clave para curar infecciones causadas por bacterias cada vez más resistentes, como Escherichia coli y SARM (infección por estafilococo resistente a la meticilina).
3. Avispas
El temor a las avispas está completamente justificado, ya que sus picaduras no solo pueden ser espontáneas y extremadamente dolorosas, sino que también suelen causar reacciones alérgicas. Pero, como sucede a menudo en la medicina, las sustancias tóxicas pueden ocultar un uso médico secreto que puede salvar vidas en el futuro.
En el caso del veneno de avispa y avispa, hay al menos 2 compuestos diferentes que pueden abrir la puerta a la innovación médica. El compuesto más estudiado es el mastoparán, un péptido que se puede encontrar en el veneno de diferentes especies de avispas y avispones. Se ha encontrado que Mastoparan tiene propiedades antimicrobianas, antibióticas e incluso anticancerígenas, pero hay un problema.
Resulta que, si bien mastoparan mata a los insectos dañinos y hace que ciertos tumores desaparezcan, también es tóxico para las células sanas por lo que el siguiente obstáculo en la investigación clínica es un tratamiento más específico.
Finalmente, un tipo diferente de péptidos (ampulexinas) del veneno de las avispas nombradas esmeralda de la joya, se revisa actualmente como un tratamiento potencial de la enfermedad de Parkinson. Como puedes ver, la mayoría de estos proyectos de investigación son un trabajo en progreso, pero resulta curioso tener la idea de que estos artrópodos salvan vidas humanas, sin embargo, sería un giro inesperado encontrarte en una situación en la que le debes tu salud a una criatura que tanto desprecias, ¿no es así?
Fuente: medicalnewstoday