aumentar la esperanza de vida
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Una nueva molécula desarrollada en Israel podría prevenir enfermedades relacionadas con la edad y aumentar la esperanza de vida.Con una renovación constante de la vitalidad celular en los tejidos enfermos, se espera que este nuevo fármaco conduzca al tratamiento o la prevención de enfermedades, como el Alzheimer y el Parkinson.
Si bien los avances en el mundo de la medicina y la tecnología explican el aumento global de la esperanza de vida, las mejoras en la calidad de vida de la población de edad avanzada están muy rezagadas.
La longevidad sin deterioro de la salud es uno de los principales retos a los que se enfrenta el mundo de la medicina.
Un nuevo estudio dirigido por los profesores Einav Gross y Shmuel Ben-Sasson identificó un grupo de moléculas que permiten que las células reparen los componentes dañados, haciendo posible que esos tejidos retengan función.
La eficacia de las moléculas se demostró en un organismo modelo.
El equipo de investigación examinó el efecto de varias terapias sobre la longevidad y la calidad de vida, y demostró con éxito que pueden proteger del daño a las células humanas y del organismo.
Sus hallazgos fueron publicados en Autophagy.
No solo aumentar la esperanza de vida.
Actualmente, un factor importante en el envejecimiento de los tejidos es la eficacia reducida del mecanismo de control de calidad de la célula, lo que conduce a la acumulación de mitocondrias defectuosas.
Como explicó Gross, “las mitocondrias, las ‘centrales eléctricas’ de la célula, son responsables de la producción de energía. Se pueden comparar con pequeñas baterías eléctricas que ayudan a que las células funcionen correctamente. Aunque estas ‘baterías’ se desgastan constantemente, nuestras células tienen un mecanismo sofisticado que elimina las mitocondrias defectuosas y las reemplaza por otras nuevas”.
Sin embargo, este mecanismo declina con la edad, lo que conduce a la disfunción celular y al deterioro de la actividad tisular.
Este proceso degenerativo se encuentra en el corazón de muchas enfermedades relacionadas con la edad, como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, la insuficiencia cardíaca y la sarcopenia, que están en aumento.
El estudio de Gross y Ben-Sasson puede tener aplicaciones prácticas de gran alcance ya que su nueva tecnología, ayudó a crear compuestos innovadores para tratar enfermedades que actualmente son incurables.
El estudio también mostró que estas moléculas se pueden utilizar de forma preventiva.
“En el futuro, esperamos poder retrasar significativamente el desarrollo de muchas enfermedades relacionadas con la edad y mejorar la calidad de vida de las personas”, compartió Ben-Sasson.
Además, estos compuestos son fáciles de usar y se pueden tomar por vía oral.
Los hallazgos de Ben-Sasson y Gross tienen un valor significativo para el envejecimiento de la población mundial. A medida que se avanza hacia los estudios preclínicos, se está más cerca que nunca de minimizar la carga insoportable que las enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como el Alzheimer y el Parkinson, tienen sobre las personas, sus familias y nuestros sistemas de atención médica”.