Martin Cooper, el inventor del teléfono móvil, tiene muy claro cómo será el smartphone del futuro.

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Así de sorprendente serían los teléfonos móviles inteligentes del futuro, y es que los vamos a tener incrustados en una parte concreta de nuestro cuerpo.

Martin Cooper

CNBC

David Hernández

Podemos pensar que la próxima generación de teléfonos móviles es aquellos que podemos plegar, guardar prácticamente en cualquier bolsillo a pesar de su tamaño, pero las cosas podrían ir muchísimo más lejos.

Y desde el primer smartphone han pasado muchas generaciones, y nadie podía imaginar que los teléfonos móviles actuales fueran todo pantalla, plegables y prácticamente un ordenador en nuestra propia mano.

Ya han pasado 50 años desde que el ingeniero Martin Cooper hizo la primera llamada de teléfono en La Sexta Avenida, y ahora el conocido como el padre de los teléfonos móviles, tiene algunas ideas interesantes de cómo podría ser el smartphone del futuro.

En declaraciones a la CNBC en el MWC, comentó que la próxima generación de smartphones, estarán incrustados debajo de la piel de los oídos.

Según Cooper, estos teléfonos móviles de próxima generación no necesitarán cargarse, dado que consumirán la energía de nuestro propio cuerpo: “tu cuerpo es el cargador perfecto, cuando comes, tu cuerpo crea energía”.

Piensa que los móviles actuales tienen aspectos negativos

Si bien considera que los teléfonos móviles han avanzado muchísimo hasta el día de hoy, cree que tienen algunos aspectos negativos como que no son cómodos ni óptimos para hablar.

“Cada vez que hago una llamada telefónica tengo que tomar esa pieza plana de material, acercarlo a mi cabeza y sostener mi brazo en una posición incómoda”, afirma.

También reconoce que la privacidad y la adición por los teléfonos móviles son una de las grandes preocupaciones en las nuevas generaciones, pero tiene “una fe permanente en la humanidad”.

Si bien puede parecer algo extraño que los teléfonos móviles del futuro pueden estar incrustados debajo de nuestra piel, tampoco nos hubiéramos imaginado hace 50 años que pudieran existir los smartphones actuales.

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