Un nuevo hallazgo proporciona una perspectiva inédita sobre cómo y cuándo establecieron su presencia en el país.
Conozca cuándo comenzó el Imperio Inca en nuestro país.
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La investigación científica que reveló cuándo fue el momento en que los Incas llegaron a la Argentina ha sorprendido a los historiadores. Un reciente estudio determinó que este hecho ocurrió mucho antes de lo que se pensaba.
Estos nuevos hallazgos proporcionan una perspectiva inédita sobre cómo y cuándo los Incas establecieron su presencia en la región argentina, lo que marca un antes y un después en la historia precolombina del país.
¿Cuándo fue el momento en que los Incas llegaron a la Argentina?
El Imperio Inca, el más extenso de América precolombina, solo avanzó sobre el territorio argentino en un período de 50 años a partir del siglo XV.
Esta expansión, que comenzó en Jujuy y alcanzó Mendoza, fue confirmada por un reciente estudio de investigadores argentinos, quienes analizaron dataciones por radiocarbono en 76 sitios arqueológicos repartidos en siete provincias.
Los Incas llegaron al territorio argentino mucho antes de lo que se pensaba, alrededor del año 1420. (Foto: Freepik)
El estudio contradice la teoría de hace casi 80 años del arqueólogo estadounidense John Howland Rowe, quien sostenía que esta civilización entró a Argentina en 1471 durante el gobierno de Túpac Yupanqui.
Sin embargo, el análisis liderado por Alejandro García, investigador del CONICET, señala que la presencia incaica en Argentina comenzó alrededor de 1420 y se produjo en tres oleadas, reflejando un avance gradual y estratégico en lugar de un proceso rápido y uniforme.
Características del Imperio Inca
El Imperio Inca, conocido como Tahuantinsuyo, fue una de las civilizaciones más grandes y poderosas de la América precolombina. Algunas de sus principales características incluyen:
Extensión territorial: fue el imperio más extenso de América, abarcando desde el sur de Colombia hasta el norte de Chile y Argentina, incluyendo territorios actuales de Perú, Bolivia y Ecuador.
Organización política: era una teocracia centralizada, gobernada por el Sapa Inca, el emperador, quien era considerado descendiente directo del dios sol (Inti). La sociedad estaba altamente jerarquizada.
Economía basada en la agricultura: el sistema económico del imperio se sustentaba en la agricultura, principalmente en el cultivo de papa, maíz, quinoa y otros productos. Utilizaban terrazas agrícolas llamadas andenes y sofisticados sistemas de riego.
Según el estudio, los Incas podrían haber ingresado a San Juan desde Chile, donde ya habían establecido su presencia luego de establecerse en Perú. (Foto: Pixabay)
Sistema de redistribución: la economía funcionaba bajo el principio de redistribución, en el que las tierras y bienes se repartían entre el Estado, la religión y el pueblo. El Estado acumulaba excedentes para emergencias.
Idioma oficial: el quechua fue la lengua oficial del imperio, y se expandió junto con su dominio, aunque se respetaron las lenguas locales en diversas regiones.
Religión politeísta: su religión veneraba a múltiples dioses, siendo el dios sol (Inti) el principal. También adoraban a dioses relacionados con la naturaleza, como el dios de la lluvia (Illapa) y la madre tierra (Pachamama).